El avance científico y tecnológico, además de las bondades conocidas y de los aportes que nos genera a la sociedad en cuanto a la calidad de vida de las personas, también trae consigo ciertos factores negativos para nuestra salud, como consecuencia de desechos tóxicos por el uso de diversos materiales y equipos contaminantes y dañinos tanto para las personas como para el medio ambiente.
Se considera que las enfermedades respiratorias, el asma y las alergias están asociadas con la contaminación del aire externo e interno. El asma y las alergias han aumentado durante las últimas décadas en toda Europa, donde aproximadamente un 10% de la población infantil padece alguna de estas enfermedades. A su vez, se considera que el clima puede estar influyendo en la prevalencia de los síntomas de asma, rinitis alérgica y eczema atópico en la infancia.
Por otro lado, el humo ambiental del tabaco (HAT), en ambientes interiores, aumenta el riesgo de cáncer en un 20 – 30 % entre los no fumadores, donde se ha confirmado que el tabaquismo pasivo representa un grave problema de salud, así como un riesgo ignorado en la generalidad de los casos, por lo que se requiere una regulación urgente sobre medidas de prevención y control del tabaquismo.
Cuidados de la salud pública
Existen diversos factores altamente contaminantes para la humanidad como consecuencia del uso indiscriminado de los recursos, la tecnología, entre otros, que alteran considerablemente la salud de su población, por lo que se hace necesario, crear una conciencia colectiva que permita prevenir estos efectos de la contaminación de la salud pública. Para ello, es necesario crear conciencia sobre estos daños y establecer mecanismos de prevención y preservación del medio ambiente.
Hoy en día se calcula que son utilizadas unas 100 000 sustancias químicas y entre ellas, unas 4 000 y 8 000 están bajo sospecha de toxicidad. También el medio ambiente general y el interior de los hogares y puestos de trabajo están cada vez más contaminados y se calcula que hasta un 45% de los alimentos que consumimos, presentan residuos tóxicos. En consecuencia, esta creciente contaminación ambiental afecta cada vez más a la calidad y sostenibilidad del medio y a la salud de las especies vivas y los humanos.
El profesor Porta señala que una serie de investigaciones sobre contaminación interna en Catalunya arroja que el 100 % de la población presenta compuestos tóxicos persistentes (CTPs), siendo la media de 19 compuestos analizados era de 11, y su concentración en sangre analizada estaba por encima de las concentraciones de la población de otros países con datos (EE. UU. y Alemania) además estaban más contaminadas las personas obesas, las mujeres y las personas de más edad.