En décadas pasadas, millones de mariposas monarca volaron al sur de California cada año para pasar el invierno. Este año, los investigadores estiman que sólo hay 30.000 en la región, un 97% menos que hace apenas dos décadas.
Reverenciadas por su majestuosa belleza, las monarcas son vistas como un marcador de un fenómeno ecológico más amplio que algunos llaman el “Apocalipsis de los Insectos”.
Un grupo de investigación alemán estima una disminución de hasta el 82% de todos los insectos voladores en las últimas tres décadas. (https://www.nytimes.com/2018/11/27/magazine/insect-apocalypse.html)
Incapaces de tolerar el frío, muchos insectos migrantes vuelan al sur de California para pasar el invierno, donde las temperaturas más baja del invierno suelen rondar los 8 o 9 grados celsius.
La mayoría de las mariposas migratorias viajan sólo de ida, criando nuevas generaciones para hacer el vuelo de regreso.
La mariposa monarca es grande y fuerte, por lo que es la única especie de mariposas que hace un viaje de ida y vuelta, sumando un recorrido total de casi cinco mil kilómetros.
En la década de 1980, el grupo conservacionista llamado Xerces Society, contabilizo unas 4,5 millones de monarcas invernando en todo el sur de California. El conteo de este año se estima en apenas 30.000. (https://xerces.org/save-western-monarchs/)
“Teníamos muchas razones para sospechar que iba a ser un mal año, pero nos sorprendió lo mal que nos fue”, dijo Emma Pelton, bióloga de conservación de Xerces Society a The Guardian.
Se puede esperar una fluctuación de un año a otro, pero la continua caída es motivo de gran preocupación, dice.
“Es en este contexto en que la población ya ha disminuido en un 97%. Por lo tanto, está bien si tienes millones de mariposas y caen un poco – eso no es gran cosa. Pero si tienes 200.000 mariposas para empezar y tienes un mal año? Ahora sólo nos quedan 30.000”.
El Parque Natural Bridges State Park, en Santa Cruz, California, se encontraron unas 8.000 monarcas invernando en los árboles hace apenas dos años. Este año, sólo se pueden ver alrededor de 1.000, lo que demuestra la alarmante tendencia.
Los investigadores citan muchos factores, entre los que se incluyen: la pérdida y fragmentación del hábitat en los lugares de cría y de hibernación, el aumento del uso y la propagación de pesticidas, la sequía y el clima severo.
Las monarcas están perdiendo los árboles a los que viajan para hibernar año tras año.
También se señala ampliamente que el cambio climático desempeña un papel importante en la disminución del número de insectos voladores en todo el mundo.
El declive de la población de la monarca es como el canario en una mina de carbón, alertándonos de las consecuencias de nuestras acciones, argumenta Anurag Agrawal, profesor de ecología y biología evolutiva de la Universidad de Cornell en su blog.
https://ecologyandevolution.cornell.edu/anurag-agrawal El patrón único de migración de las monarcas las hace fáciles de rastrear y nos da una idea de la “salud de todo nuestro continente”, dijo.
“Tenemos que dar un paso atrás y hacernos las preguntas más difíciles con las que ninguno de nosotros quiere lidiar.”
Cuando su principal fuente de alimento, el algodoncillo (asclepias), comience a crecer en la primavera, los monarcas comenzarán su viaje hacia el norte de nuevo. Las hembras pondrán sus huevos sobre la planta a medida que ésta avanza, proporcionando instintivamente la oportunidad de que exista otra generación.
Aunque plantar Asclepias y restaurar otras plantas nativas puede ayudar, hemos descubierto que salvar una especie no es tan simple. Tal vez las próximas generaciones de humanos tomen nota y tomen mejores decisiones para las mariposas y demás criaturas.
Fuente: este post proviene de Blog de ecocosas, donde puedes consultar el contenido original.
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