Escuelas de segunda oportunidad

El fracaso escolar y las historias que cuentan muchos de esos chicos y chicas que abandonan la escuela dan cuenta de una realidad compleja que se repite en muchos países. Un sistema académico donde no hay inversión y donde no se trabaja sobre los casos de alumnos y alumnas cuya situación socio-económica les impide continuar avanzando en lo académico, sea porque deben trabajar para ayudar en sus casas, o cuidar a sus hermanos, o porque la alimentación deficiente ha disminuido sus capacidades intelectuales. De todo esto hablamos cuando intentamos entender, a través de casos puntuales, el fenómeno de la deserción escolar.



El rol de las escuelas de segunda oportunidad

Estas escuelas son centros especializados que buscan atraer de nuevo hacia el sistema educativo a aquellas personas que no han podido continuar en el sistema tradicional, inflexible e indiferente a las personas que tienen necesidades intelectuales diferentes o tiempos de aprendizaje más extensos.

La clave de este tipo de escuelas es un acercamiento mucho más personal a cada alumno y alumna. Esto les permite ver un apoyo que nunca antes habían sentido, ni en la escuela tradicional ni en sus propios hogares. La gran mayoría de las personas que abandona la escuela lo hace porque en sus casas no tienen apoyo paterno, tienen obligaciones de adultos como hacerse responsable por los hermanos menores o incluso necesidad de salir a trabajar para conseguir el pan de cada día. Entonces, abandona la escuela.

Es allí donde surge la importancia del rol de las escuelas de segunda oportunidad, donde el enfoque está puesto en brindarles las herramientas básicas de la educación formal, pero con un enfoque puesto en un trato más personal que los anime a seguir estudiando y a esforzarse por el progreso de manera personal.

Educación por proyectos

El aprendizaje en las E2O está basado en proyectos integrados y en situaciones significativas para la realidad de los alumnos. Esto implica que empiezan a aprender directamente sobre cuestiones que les sirven en el día a día, pudiendo entonces aplicar de forma práctica lo que están aprendiendo y no desde un corpus abstracto que le aporta mayor dificultad.



Los profesionales detrás de esta modalidad de trabajo son muy claros al explicar sus decisiones: “si abandonaron la escuela no van a volver a una institución que los haga sentirse igual de despreciados o ignorados, por eso hay que cambiar el enfoque”. Así, las E2O trabajan directamente sobre las necesidades y alternativas que cada estudiante puede llegar a tener por la realidad que han ido atravesando desde que abandonaron la escuela y hasta que decidieron regresar al sistema educativo.

Los proyectos permiten trabajar con objetivos claros, algunos más rápidos, otros más cortos. Existen cursos en cocina que terminan en el día, otros de fabricación metal-mecánica que se extienden por algunas clases más. En todo caso, cada grupo va desarrollando las necesidades y exigencias que tiene y el sistema se amolda a lo que puede ofrecerles. De esta manera el alumno también se sienta más parte de lo que está estudiando y la utilidad que va a darle en el futuro.

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