La tabla periódica aumenta su familia de elementos con cuatro nombres adicionales. Su séptima fila contiene oficialmente cuatro nuevos inquilinos: los elementos 113, 115, 117 y 118 han sido bautizados como Nihonio, Moscovio, Téneso y Oganesón, respectivamente. El primero de ellos fue descubierto por científicos del Instituto Riken en Japón; el resto, por equipos científicos diseminados entre Rusia y Estados Unidos, todos ellos integrados desde enero pasado en la tabla periódica.
Los nuevos elementos ya fueron acordados por la IUPAC (La Unión Internacional de Química Pura y Aplicada) encargada de aprobar los cambios. Según las normas del organismo, los nombres deben estar relacionados con un lugar, una región geográfica o un científico.
Nihonio, Moscovio, Téneso y Oganesón son los 4 elementos nuevos de la tabla periódica
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Nihonio proviene de la palabra “Nihon”, el término utilizado para designar a Japón; Moscovio, hace referencia a Moscú, la capital de Rusia; Téneso, proviene del estado de Tennessee (EE UU) debido a que esta región es pionera en investigación en cuanto al mundo de la química se refiere y se convierte así en el segundo estado en verse reflejado en la tabla periódica, tras California (correspondiente al elemento 98). Por último, Oganesón fue nombrado así en honor al físico ruso Yuri Oganessian, de 83 años. Por segunda vez en la historia, un científico en vida tiene el honor de ver su nombre escrito en un elemento.
Congratulations! IUPAC Announces theNames of the Four New Elements see https://t.co/tTHKgq06BY via @PRWeb
— IUPAC (@IUPAC) 30 de noviembre de 2016
Para el físico Bolívar Torres, la creación de elementos químicos en laboratorio es la muestra de que la naturaleza ya no es absoluta para el humano. En otras palabras, la ciencia parecería haber superado la concepción clásica de lo que sería natura y antinatura.
¿Conocemos todo el universo? Torres afirma que no. Sin embargo, ‘sintetizar’ estos cuatro elementos abre una brecha para dejar de pensar en un universo único y ampliar las posibilidades de crear uno que resuelva nuestras necesidades. Y aunque suene a ciencia ficción, él recuerda que hace 30 años, mientras estudiaba el pregrado, la idea de crear un elemento químico era absurdo.
Más allá de las aulas Pero lo que significó uno de los hitos de los últimos años en el mundo de la Química, ha supuesto todo un reto en el ámbito de la educación. Como nunca antes, estos elementos plantean un reto para profesores y editoriales científicas.
Al hablar con Johanna Mendoza, estudiante de un colegio particular del norte Quito y que se encuentra próxima a rendir los exámenes quimestrales, comenta que en clase de química no se ha hablado al respeto.
Continuamos aprendiendo la tabla estándar para las pruebas, dice.
Esto consiste uno reto en la actual educación en ciencias. Lo que el pedagogo Alberto Salazar señala como educación 2.0: la enseñanza de química en las aulas no se puede basar exclusivamente en textos. El reto ahora es que los estudiantes sepan encontrar información precisa y veraz en la red.
Los cuatro elementos antes de ser bautizados:
Ununtrium Fue descubierto por un equipo japonés liderado por el investigador Kosuke Morita. Vive milisegundos.
Unumpentium Creado en Rusia pero confirmada su existencia por científicos suecos. Es radioactivo e inestable.
Ununseptium Se mantiene estable por milisegundos y pronto se desintegra. Rusos y estadounidenses trabajaron en este elemento.
Ununoctium Sus creadores rusos afirman que bajo ciertas condiciones de presión y temperatura es un elemento sólido.
Leer más: https://iupac.org/cms/wp-content/uploads/2016/11/PAC-REC-16-05-01_preprint161128.pdf
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