Cuando dos personas se miran a los ojos, se envían automáticamente una señal que indica que su atención está centrada en el otro. Si, además, ese otro nos devuelve la mirada, se abrirá entre ambos un canal de interacción. Se sabe, por otra parte, que el contacto visual aumenta nuestra excitación fisiológica.
Investigaciones anteriores habían sugerido, por ejemplo, que el contacto visual desencadena patrones de actividad cerebral asociados con la motivación y que, por el contrario, darnos cuenta de que otra persona esquiva nuestra mirada desencadena una actividad cerebral asociada con el impulso de evitación.
Esto indica que la atención de otra persona es algo importante y deseable. Sin embargo, a muchas personas les resulta incómodo e incluso pueden experimentar altos niveles de ansiedad cuando están en el centro de las miradas de alguien.
El análisis
Investigadores de la Universidad de Tartu en Estonia y de la Universidad de Tampere en Finlandia se propusieron estudiar lo que hay debajo de estas diferencias en las respuestas psicológicas individuales. ¿Modula la personalidad la reacción de las personas al contacto ocular? ¿Puede esta diferencia medirse a través de la actividad cerebral?
"Con el fin de probar estas cuestiones, se realizó un experimento en el que se registró la actividad eléctrica del cerebro de una serie de participantes, mientras estos buscaban el contacto visual con otra persona o lo evitaban. Previamente, evaluamos la personalidad de los participantes con un test de personalidad", explica una de las autoras del estudio, la investigadora Helen Uusberg, en un comunicado de la Suomen Akatemia (Academy of Finland) difundido por AlphaGalileo.
Resultados obtenidos
Los resultados obtenidos mostraron que la personalidad, en efecto, sí modula la manera en que cada cerebro reacciona a la atención de otro individuo.
Así, el contacto visual desencadenó patrones de actividad cerebral asociados con la aproximación en aquellos participantes que puntuaron bajo en neuroticismo, que es un rasgo psicológico que implica inestabilidad e inseguridad emocional, tasas elevadas de ansiedad, estado continuo de preocupación y tensión.
Por el contrario, en los participantes que habían puntuado alto en neuroticismo, el contacto visual provocó más patrones de actividad cerebral relacionados con la evasión. Estos también fueron más tendentes a mirar a la otra persona de manera directa durante períodos de tiempo más cortos, y experimentaron sentimientos más agradables cuando se enfrentaron a miradas esquivas.
"Nuestros hallazgos indican que la gente no sólo se siente diferente cuando es el centro de atención, sino que además su cerebro también reacciona de manera distinta. Para algunos, el contacto visual sintoniza el cerebro de tal manera que aumenta la probabilidad de iniciar una interacción con otras personas. Para otros, el efecto del contacto ocular puede disminuir esta probabilidad ", concluyen los científicos.
Referencia:
Uusberg, H., Allik, J., & Hietanen, J. K. Eye contact reveals a relationship between Neuroticism and anterior EEG asymmetry . Neuropsychologia (2015). DOI: 10.1016/j.neuropsychologia.2015.05.008.
Fuente: Tendencias 21