¿Queréis saber cuál ha sido el último descubrimiento culinario en nuestra casa? El pan de centeno casero. Lo hicimos por primera vez la pasada semana y no duró un asalto. Riquísimo. Esta receta no es acida como la de otros panes de centeno. Tiene un sabor normal pero con un toque más sabroso que el del pan de harina de trigo. Mirad:
INGREDIENTES
200 gr. de harina integral de centeno
250 gr. de harina de fuerza
300 gr. de leche (es más exacto pesarla)
30 gr. de aceite de girasol
2 cucharaditas (teaspoon) de sal
3 cucharaditas (teaspoon) de azúcar
2 sobres de levadura de panadero
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Lo primero que tenemos que hacer es mezclar bien la harina y la levadura. Cuando lo tengamos, le añadimos la leche y, a continuación, el azúcar y la sal. La masa se convertirá en un "pegote", así que le echamos el aceite para dale elasticidad.
Después de remover y remover, cuando tengamos una masa uniforme, la dejamos reposar durante media hora en el mismo bol que hayamos usado, tapado con un trapo seco.
Pasado ese tiempo, si tenéis un baneton o un molde, pasáis ahí la masa para que siga levando durante, al menos, dos horas. Si no tenéis, no pasa nada. Tratáis de darle la forma que queráis con las manos y lo dejáis levar el mismo tiempo.
Precalentamos el horno a 220 grados con un bol de agua dentro. Esto es para que se humedezca el ambiente en el que se va a hacer el pan.
Cuando alcance la temperatura y vayáis a meter el pan, bajáis el termostato a 200 y hacéis el pan a esa temperatura durante media hora. Lo que conseguimos es que el horno tenga más temperatura al principio y se forme la corteza, para después (con menos calor) se haga la miga.
Y ahí lo tenéis. Un pan casero muy rico. Diferente y sano. ¿Os animáis a probarlo?