Entre las conclusiones obtenidas, se pueden destacar:
Los empleados de las pymes hacen una valoración media del 82% de la ética y la RSE en su organización. A esta valoración contribuyen los factores de liderazgo, elementos formales e informales, los valores éticos y la fortaleza de la cultura.
Las pymes más pequeñas (10-25 empleados) hacen una valoración más alta de estos valores, empujados especialmente por el peso del líder de la organización. Se demuestra así que el liderazgo es un componente clave para la creación de una infraestructura ética sólida.
El elemento más valorado es el Código Ético o de Conducta, y el menos, la participación del empleado. Las empresas que llevan más años como firmantes del Pacto Mundial presentan una mejor valoración de los elementos formales e informales que los de las empresas que se han sumado recientemente, un 84% frente a un 41%.
La fortaleza de la cultura ética se valora en un 82% de media. En el caso de las empresas que llevan más de 6 años en el Pacto Mundial, la cifra alcanza el 90%.
En la mayoría de las empresas se da más importancia a la ética y la RSE por encima del beneficio, según sus propios trabajadores.
El valor empresarial más señalado es la excelencia (53% de las respuestas), seguido de la responsabilidad (39%).
La pertenencia al Pacto Mundial tiene una relación directa con el grado de internalización de la RSE. En una etapa inicial presentan un grado inicial, las entidades con entre tres y seis años de antigüedad presentan un grado formal, y las de más de seis, un grado internalizado en el 58% de los casos.
rnss
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