Acompañadas de un huevin de gallina... son exquisitas.
Ingredientes:
Un buen manojo de borrajas
Patatas
Una cebolla grande cortada en tiras
Unas lonchas de bacon para darle el toque final
Un huevo de gallina para acompañar
Lo primero que debemos hacer es darles un meneo a las borrajas, por si hay algún bichejo escondido, después yo las limpio sumergiéndolas en agua con un chorrito de vinagre y si aún queda alguno camuflado termina por salir jejeje En muchos lugares pelan las borrajas con un cuchillo, ya que estas tienen unos pelillos en las hojas parecidos a los de las ortigas, pero estos no son urticantes, por lo que a no ser que nos dé repelús, no debemos temer al tocarlas.
Yo no las pelo por dos razones, la primera es que me parece una pérdida de tiempo... Y la segunda es que cuando están cocidas, los pelillos no molestan, además si las pelamos perderemos la textura especial que tienen, y personalmente creo que es una pena.
Cortaremos la cebolla a la mitad y en tiras para darle unas vueltas en aceite antes de añadir las patatas peladas y cortadas, la sal y agua. El agua debe cubrirlas, pero sin excederse, a mi me gusta más que quede casi seco este plato.
Cuando ya casi tenemos las patatas cocidas, añadiremos las borrajas bien picaditas. Hay que tener en cuenta que es una verdura blandita y si la echamos muy temprano nos puede quedar muy deshecha. Lo único que puede llevar un poco más de tiempo de cocción son los tallos, pero en este caso no los he añadido, los guardé para una ensalada.
Mientras se va terminando de cocinar el guiso, pondremos el bacon cortado en pequeñas tiras en la sartén con una cucharita de aceite y lo dejaremos que dore. Esto nos dará el punto a nuestro sencillo plato de borrajas.
Serviremos las borrajas en un platito y decoraremos con el bacon a gusto de cada uno. Nosotros le pusimos un huevin de gallina para compañar y un poco de pan tostado untado con ajo y aceite.
¡Que aprovehe!