Jenna Spesard y Guillaume Dutih tenían el sueño de viajar y hoy lo pueden hacer gracias a esta casa minimalista, alimentada con paneles solares y con un sanitario seco. Hoy viajan, escriben, fotografían y viven las experiencias más increíbles del mundo.
La idea surgió cuando, en 2013, los dos se dieron cuenta que habían pasado muchos, muchos años, trabajando en una carrera sin sentido y sin dinero para viajar. Entonces decidieron seguir sus instintos, para iniciar la construcción de la casa – que cuesto alrededor de $ 30.000 dolares y les tomó un año construirla y poder lanzarse al camino.
La casa portátil también sigue los conceptos de sostenibilidad: produce energía a través de paneles solares independientes y hasta tiene un water ecológico. Además, hay una ventana en el techo de la cama, donde se pueden observar las estrellas y viven en un mayor contacto con la naturaleza. ¿Quien necesita más para ser feliz?
La pareja ha viajado más de 35.000 kilómetros recorriendo 30 estados de Estados Unidos y cuatro ciudades canadienses. Cada experiencia se informa en el sitio del proyecto, llamado Tiny House giant journey (El gran viaje de una Minicasa en español).
“Escribimos como viajeros, individuos y pareja. El año pasado, ganamos más memorias que cosas materiales. Y somos más felices que nunca “, dice Jenna.
El estilo de vida minimalista se convierte en algo cada vez más popular ganando muchos adeptos en todo el mundo.
Les dejo un corto vídeo sobre la pareja y su mini casa rodante:
https://youtu.be/Y-b54BpkcrQ
Fuente: este post proviene de Blog de ecocosas, donde puedes consultar el contenido original.
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