Pero vamos un poco más allá. Los procesos y concursos de licitación son esos procedimientos administrativos en los que las empresas constructoras presentan sus ofertas técnicas, memorias, planos y demás documentación técnica y administrativa para optar a conseguir contratos de obra. Pues bien, dentro de dicha documentación en muchas ocasiones se piden medidas de ahorro energético que son muy difíciles de calificar, que no podrán ser llevadas a cabo o bien se piden por pedir.
Vamos a enumerar y describir por encima 5 medidas que realmente pueden implantarse en la obra -y proponerse en los perceptivos estudios de licitaciones- con poco esfuerzo, costes y medios relativamente moderados. Los hemos descubierto en la página de sobre2.com que son una consultoría de arquitectura e ingeniería especializada en una solo producto o servicio: memoria tecnica para licitacion. De todas las novedades y propuestas de las que hablan en su web hemos elegido las siguientes:
1. Casetas de obra de madera o paneles reciclados
Hartos de las casetas modulares convencionales de chapa -enormemente contaminantes en su producción- podemos optar por casetas de madera natural o de tableros reciclados que, con un sencillo bastidor interno, no solo cumplirían con la misma función sino que además obtendríamos mejores aislamientos y pesos más reducidos.
Esto significa mayor facilidad de traslado y montaje, así como algo más de confort para técnicos y operarios a lo largo de los trabajos. La filosofía no deja de ser la misma que la de las casas de madera prefabricadas, pero con una geometría mucho más adaptada y racional.
2. Bombas y generadores alimentados por luz solar
Enormemente prácticos en obras complejas y con emplazamientos difíciles en los que la consecución de servicios como agua o electricidad se puede tornar imposible. En ocasiones como ésta podemos disponer además de uno varios generadores con paneles fotovoltaicos que nos permitirán cubrir caídas de energía. Decimos esto porque con paneles fotovoltaicos medianos es complicado cubrir la demanda de una obra, pero sí es posible apoyar el bombeo de agua, la iluminación de la oficina técnica o un grupo de corte o soldadura con pequeños autogeneradores en vez de ir a todas partes con el engorroso y contaminante generador de gasóleo.
3. Monitorización del ahorro y el consumo
Ésta quizás sea la medida más impopular puesto que no produce beneficios inmediatos. Se trata de la colocación de aparatos de medida en toda la obra, desde un sencillo contador de electricidad o agua en las acometidas provisionales hasta un medidor de gases contaminantes para controlar las emisiones de los vehículos y la maquinaria. Ya solamente su instalación nos costará más dinero del que ahorraremos, sin embargo tenemos que ser capaces de ver el beneficio crematístico y también el medioambiental.
Cuantos más datos obtengamos de estos medidores, más estaremos en disposición de acertar con las medidas más adecuadas en las próximas obras. Estos datos estadísticos en lo referente al ahorro de energía no solamente tienen su aplicación en obra; también nos servirán en las documentaciones técnicas licitaciones en forma de muestreo para poder convencer con datos objetivos de que nuestra propuesta es la más limpia, verde y respetuosa.
4. Módulos portátiles de reciclaje y descontaminación
Existen en las obras algunos tipos de maquinaria muy necesaria que en la mayoría de los casos no se plantea sino a mucha distancia del punto de trabajo. Hablamos de las limpiezas, los reciclajes, los residuos peligrosos y/o radiactivos o las descontaminaciones en general. Los transportes en estos casos especiales son tan caros y los medios auxiliares como embalajes, protecciones, desechables, etc. tan costosos que merece la pena llevar nuestra propia unidad operativa al punto de extracción para proceder eal reciclaje o descontaminación de manera inmediata.
Existen módulos de menos dimensión que un remolque agrícola que nos permiten el encapsulado de pequeños fragmentos de amianto o máquinas trituradoras que nos prepararán los materiales en la obra para que podamos transportarlos bajo condiciones normales. Y hay más aún: de esta manera podría darse el caso de que una parte de estos materiales ya reciclados pudieran servir en la propia obra y no tuvieran que ser ni siquiera retirados.
5. Alternadores y electroválvulas para las acometidas de agua
Muy poco o nada usadas, las electroválvulas son un componente ideal en las acometidas provisionales de agua que se usan en obra. Permiten, con un gasto eléctrico ridículo, alternar entre las diferentes redes de agua potable, riego o bomberos. ¿Cuál es la ventaja? El poder disponer de una u otra red cuando sea más conveniente, dado que no es el mismo gasto de energía el empleado en la limpieza y filtrado del agua de riego que el proceso de depuración completa del agua potable.
Estos alternadores tomarán aquel agua necesaria por defecto para cada tipo de proceso constructivo. No todos los usos en obra requieren de agua limpia, por lo que se puede optimizar su uso y aprovechamiento casi al 100%. La preparación de morteros específicos con aguas ensayada y controladas nada tiene que ver, por ejemplo, con la limpieza de herramientas o el lavado de superficies.
Estas 5 pautas son solamente unos ejemplos de acciones -para nada comunes- que nos pueden llevar a un importante ahorro económico y también a implantar una serie de protocolos en la construcción más verdes y respetuosos con el medio ambiente.