Es un aceite con alto poder antioxidante y por eso es utilizado en la mayoría de cosméticos destinados a prevenir el envejecimiento.
Por su equilibrio en las propiedades físicas que se obtiene en el jabón al saponificar se puede utilizar al 100% como aceite base o mezclado con otro de alto poder de burbujas y limpieza para obtener una pastilla mejor.
Propiedades físicas al saponificar:
Dureza: 45.
Burbujas: 40.
Persistencia: 46.
Limpieza: 40.
Acondicionado: 47.
Yodo: 110.
INS: 70.
Propiedades cosméticas:
Es un aceite muy nutritivo, ya que contiene numerosas vitaminas (sobre todo A y E), minerales (hierro, calcio, magnesio, potasio, zinc, etc.), ácidos grasos esenciales (linoleico, oleico y palmítico) y antioxidantes naturales (carotenoides, ácido felúrico, coenzima Q10, etc.).
Es apto para todo tipo de pieles, incluso las mixtas o grasas (ya que no es un aceite de tacto graso y es sebo-regulador) y de rápida absorción, que lo hacen ideal también como aceite de masajes.
Tiene un poder de hidratación alto, por lo que es recomendable al mismo tiempo para pieles secas y deshidratadas, ya que las suaviza y les reduce la descamación.
Repara y cura la piel irritada, gracias a su contenido en fitoesteroles.
Es un aceite protector de la piel, ya que los lípidos que contiene son muy parecidos en su composición a los de la piel y al contacto con ella crea una capa que impide que el agua se evapore. Además, la provitamina y vitamina A la protege de los rayos UV.
Es reafirmante ya que promueve la formación de colágeno de la piel, que lo hacen un aceite perfecto para el tratamiento de pieles maduras, porque además les aporta luminosidad y les aclara las manchas producidas por el sol o la edad.