Este tipo de acoso laboral, también llamado mobbing, tiene varios síntomas que hay que detectar. Una buena prevención es la base para cortarlo de raíz. Se intenta minar la moral de la persona que lo sufre para que acabe dimitiendo y creyendo que es la culpable de todo. El acosador puede empezar insultando a la víctima o haciéndola creer que es menos válida de lo que es. Si la víctima empieza a hacer tareas de menor rango del que debería, nos encontramos con un acoso psicológico claro.
Por desgracia, estos casos de acoso laboral se dan en muchos países. Tanto España como los demás países de habla hispana cuentan con muchos casos de acoso laboral y sexual en el trabajo. Especial énfasis vamos a hacer en el caso de las mujeres embarazadas, que en general sufren mayor acoso por parte de sus jefes. Esto demuestra mal corazón y poca vista para los negocios, ya que según la fundación Madrina "los países que apoyan más la maternidad generan más ingresos a largo plazo por talento".
El embarazo
Este es uno de los motivos por el que más acoso hay. Según un informe de la fundación Madrina "el mayor acoso que sufre una mujer es por el hecho de ser madre". Más de la mitad de casos en España se ceban sobre mujeres con bebés menores de un año. El embarazo es la primera causa de despido en jóvenes españolas, más aún, la mitad de casos de acoso laboral lo sufren mujeres embarazadas. Este número seguramente será aún mayor ya que, según el informe, el 80% de casos de mobbing maternal nunca llegan a juicio.Irma Judith Montes, coordinadora de la Comisión Ampliada de Mujeres de América Latina y el Caribe, asegura que el 40 % de mujeres de esa zona sufren acoso laboral. Muchas de ellas no saben que lo sufren. Lo más grave del caso es que se intenta por muchos medios que las mujeres no se queden embarazadas. Las empresas practican pruebas de embarazo a las candidatas al trabajo e incluso les suministran píldoras anticonceptivas según Denia Murillo, Secretaria Técnica y Coordinadora Sindical de América Central y el Caribe.
Acoso sexual
Según el Ministerio de Trabajo español, el acoso sexual es un tipo de violencia. Este atropello incide en la libertad física y moral de la víctima. El acoso tiene dos componentes, uno verbal y otro físico. Se basa en la coacción para mantener relaciones sexuales con la acosada so pena de despido. Hay además, un etorno de ocultamiento y negación del acoso sexual. En 2006 en España tan sólo un 24 % de las mujeres percibía este tipo de conducta según un informe del citado ministerio.Una de las claves para acabar con esto está en el compañerismo entre trabajadores. Normalmente la víctima no comparte lo que está sufriendo. Pero hay que denunciar y hacerlo público, es más, el acosador sexual no se centra en una sola víctima por lo que si éstas se ayudan se sentirán respaldadas. Y es que si los trabajadores se apoyan, superando el miedo a ser despedidos, esta conducta podrá erradicarse. También es necesaria la intervención de los altos puestos jerárquicos. Si hay acoso, debe haber consecuencias. Una medida que no sirve es trasladar al acosador a otro centro ya que seguirá haciendo lo mismo.
Diferentes formas de tratarlo
Encontramos diversas maneras de tratar el acoso a las mujeres según el país que visitemos. En España hay un Ministerio de la Igualdad que se encarga de apoyarlas en todas las esferas de su vida. También cuentan con el Instituto de la Mujer. Entre los casos en los que se apoya a la mujer está México. Desde el Congreso se ha apoyado una iniciativa de reforma laboral a favor de las féminas con clausulas como esta: "En el caso de que un trabajador llegara a cometer acoso sexual, podrá ser despedido sin responsabilidad para el patrón".Sin embargo, estos países son los menos. Encontramos puntos intermedios como Uruguay, donde se estudia legislar sobre el acoso laboral. Argentina, por su parte, ha sacado una Ley de Protección Integral para la mujer pero recientemente se ha reclamado su instrumentación. Se ha llegado a denunciar que aunque la norma lleva un año en vigor, aún no se ha puesto en marcha. También Bolivia intenta llegar a la igualdad por parte de Evo Morales, que está dando más peso a las mujeres en el Gobierno.
En la parte negativa de la balanza está Panamá, donde hay cierto vacío jurídico sobre el acoso laboral. En El Salvador hay acusaciones muy serias de discriminación y acoso a las mujeres por parte de entes públicos como el Instituo Nacional de Pensiones. Eso por no recordar los datos ya mencionados sobre el acoso laboral en América Latina y el Caribe.
Consejos para evitar el acoso
Las consecuencias del acoso son muy dañinas: reducción del sueldo, despidos improcedentes encubiertos como procedentes, depresión, deterioro de la integridad física y moral, conflictos personales y de parejas, baja auto estima e incluso en casos muy graves, infartos. Para evitar estas calamidades, además de otras muchas, conviene asesorarse. Siempre es bueno acudir a un abogado experto en estos casos.Uno de los consejos que suelen dar los expertos es guardar pruebas. En el caso de vejaciones verbales es difícil ya que los jueces no siempre admiten grabaciones pero todo puede servir, desde correos electrónicos a mensajes escritos al móvil. Otra cosa que romperá los esquemas al acosador es tener una actitud positiva en el trabajo e incluo reírse de la situación -depende de la gravedad-. Ahí venceremos la batalla psicológica con el enemigo. El acosador se aprovecha de la debilidad de sus víctimas, no le demos esa oportunidad.
Agradecimientos: Fundación Madrina
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Fuentes: Instituto de la Mujer, Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales de España, Ministerio de Igualdad de España, Comisiones Obreras, Agencia Efe, 20 minutos.es, Abc.es, Norte de castilla.es, Informador.com, latinomadrid.com, lagaceta.com