Los pies son una de las partes del cuerpo que merecen el mayor cuidado posible. Adicional a un zapato confortable, la correcta elección de los calcetines, reviste en el nivel de comodidad que puede ofrecerles, siendo los calcetines 100 algodon organico los más recomendados.
Encontrar calcetines confeccionados en algodón orgánico, suponía todo un reto. Por fortuna, la llegada de la moda sostenible facilitó el camino.
Hoy en día, es sencillo disfrutar del nivel de confort y seguridad que ofrecen los calcetines cien por cien algodón orgánico, ya que no solo brindan mucha comodidad, sino la garantía de un textil respetuoso con la piel y el medio ambiente.
¿Por qué elegir calcetines 100% de algodón orgánico?
Esta clase de calcetines cuenta con certificado GOTS procedente de Brasil, siendo piezas confeccionadas en fibras largas y sedosas, que tiene la fama de ser el mejor algodón del mundo.
Su calidad y el hecho de ser un material biodegradable, hace del tejido una opción totalmente natural y respetuosa con la piel y el cuidado medioambiental.
Aunque algunos incluyen un 4 por ciento de elastano, estos calcetines vienen en tallas que se ajustan a la anatomía natural del pie y en variedad de dimensiones en lo que a altura se refiere.
A diferencia de otros tipos de calcetines, los elaborados con algodón orgánico pueden lavarse a máquina sin riesgo de deformarse, así como también plancharse sin problemas
Los calcetines 100 algodon organico rompen los esquemas comunes, al proponer una estructura lisa que se adecua al contorno del pie, e incluye diferentes grosores y puntos que los hacen aún más originales.
Las ventajas del algodón orgánico se hacen presentes en la actualidad, debido a que:
Son hipoalergénicos, ligeros, suaves y transpirables.
Se ajustan a las exigencias de las diferentes temperaturas.
Son resultado de un proceso de cultivo y confección libre de sustancias tóxicas.
No involucran el uso de tintes ni productos químicos.
Su producción supone menos consumo de energía y agua.
En resumidas cuentas, son calcetines que además de garantizar el confort y cuidado de la piel, son resultado de un proceso de fabricación que minimiza el impacto ambiental, sumándose a la iniciativa “Slow Fashion” o moda lenta.
Siendo un algodón libre de sustancias nocivas, queda eliminado el riesgo de que las mismas permanezcan en sus fibras, entrando luego en contacto con la piel del usuario.
Es así como estos calcetines se convierten en la alternativa idónea de quienes presentan piel sensible o propensa al desarrollo de afecciones dermatológicas.
Fuente: este post proviene de Baúl de Algodón, donde puedes consultar el contenido original.
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