El estudio de arquitectura Stefano Boeri Architetti lleva ya un tiempo trabajando con el concepto de bosque vertical, el cual popularizo en Milán (ver aquí) y esto les valio para conseguir el encargo de las torres de Nanjing en China.
Se trata de un proyecto de dos torres verdes las que tendrán 1.100 árboles de 23 especies locales, y 2.500 arbustos además de plantas colgantes en cascada para poder cubrir de verde los 6.000 metros cuadrados de fachada de estas torres.
Además de proporcionar a diario unos 132 kg de oxígeno y de absorber otro tanto de dióxido de carbono, el proyecto debe contribuir al desarrollo de la zona del río Yangtze en la provincia de Jiangsu en el sur de China.
Con 119 metros de altura, la torre más alta tendrá oficinas, un museo, una escuela de arquitectura verde y un club social en la azotea. La segunda torre, que tiene 107 metros, sera un hotel de lujo con habitaciones y una gran piscina en el techo. La base de las torres albergará tiendas, restaurantes y una sala de conferencias. Los balcones de los edificios permitirán a los habitantes contemplar y conectarse con la naturaleza de las fachadas de los edificios.
El proyecto contempla la utilización únicamente de especies nativas, unos 600 árboles altos, 500 de porte mediano y plantas colgantes y de pequeño porte, para que todos juntos ayuden a recrear la biodiversidad local.
Estas torres verdes están programados para ser terminada en 2018 y será el primero edificio de este estilo en China.
Stefano Boeri todavía promete replicar otros bosques verticales en las ciudades chinas de Shanghai, Guizhou, Shijiazhuang, Liuzhou y Chongqing.
Ya que el gobierno piensa que este tipo de edificios promueven desarrollo y pueden ser una solución al problema de la polución en las ciudades, ademas de todos los beneficios que tienen, como el ahorro energético entre otros.
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