Para el arquitecto chino Kongjian Yu, esta es la cuestión central para resolver uno de los mayores problemas de hoy en día en los grandes centros urbanos: las inundaciones.
De hecho, Kongjian Yu argumenta que «las inundaciones no son nuestro enemigo» y que incluso podemos hacernos «amigos» de estas. Se le llaman «el arquitecto de las ciudades-esponja».
En este sentido luego de años formándose y dando clases en Harvard volvió a China para aplicar esto en cuantas ciudades fuese posible.
En su idea de manejo ideal del agua de lluvia, el líquido que cae del cielo en vez de ser canalizado y enviado lejos se utiliza en la misma ciudad, llenando lagos, dejándolo pasar al suelo y alimentando las napas.
¿Qué sentido tiene tener inundaciones durante parte del año y escasez de agua en otros períodos? Un sistema adecuado sería capaz de recoger, almacenar y tratar esta agua. Esto debe hacerse mediante la creación de humedales, suelos permeables y la restauración de las riberas de los ríos.
El concepto de ciudades esponja ya se ha aplicado en Hong Kong, por ejemplo, donde en un solo estadio de fútbol hay un depósito de agua de lluvia que puede contener 60.000 m3 de agua. También en Berlín, Alemania, un programa está probando soluciones similares. Así como ciudades de Estados Unidos, Rusia e Indonesia.
Pero es en China donde la idea fue adoptada por el gobierno y ya cuentan con dieseis ciudades con obras en progreso la mayor parte estarán listas para finales del 2020.
En las ciudades chinas, el objetivo es que el 20% de las zonas urbanas puedan absorber y almacenar el 70% del agua de lluvia. El objetivo es menos asfalto, menos hormigón y más lagos, más parques.
Otros beneficios
Esta medida también proporciona más espacios verdes dentro de las zonas urbanas de las que se benefician los propios residentes. Además, contribuye a la reducción de las aguas residuales de la ciudad.«Hay pruebas de que los humedales por sí solos pueden eliminar entre el 20% y el 60% de los metales del agua y retener entre el 80% y el 90% de los sedimentos de escorrentía. Algunos países han creado incluso humedales para tratar las aguas residuales industriales», dice la Unesco.
Los techos verdes, los jardines verticales y los jardines de lluvia también son parte de las estrategias para absorber el agua de lluvia.
Con la expectativa de que los eventos climáticos extremos serán cada vez más comunes, es necesario prepararse para ellos. En cualquier caso, no hay que esperar a que ocurra lo peor para romper el hormigón y dar más espacio a la naturaleza.
En definitiva se trata de reconectar con la tierra para que finalmente entendamos que somos parte de ella.
Echa un vistazo al vídeo de abajo, en inglés, en el que Kongjian Yu explica de primera mano su enfoque de este tema.
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