En este caso, he querido hacer un pequeño variado, con las cosas que vamos a consumir en casa.
Como es habitual, no he hecho caso de la luna, ni las temperaturas ni demás historias, simplemente he sacado un rato en mi día a día y he hecho los semilleros.
He usado cajas de pescado de corcho como recipiente y de sustrato, sustrato universal sencillo.
Lo que he hecho es colocar en diferentes surcos las semillas separadas unos 5 centímetros unas filas de otras.
He etiquetado cada surco para poder localizar después de que es cada planta.
Los primeros 2 días las he dejado en el sótano bien regadas, para que tanto la tierra como las semillas adquieran un grado de humedad alto.
Finalmente las he sacado al exterior, en una zona de mi jardín bien orientada al sur y con un recubrimeinto de plastico, porque aunque empieza a haber días de sol, también seguimos con heladas en las que amanecemos con 1 ó 2 grados. Esta cobertura ayudará a mantener el calor, la humedas y mantener a los animales curiosos a ralla.
A ver si en esta ocasión, hemos hecho bien las cosas y tenemos éxito.
Lo que hemos sembrado ha sido: varios tipos de guindillas, pimientos, tomates, lechugas, calabacines, alcachofas y alguna flor.