En España, al igual que en el resto del mundo, la conservación del medio ambiente es una tarea que le corresponde a cada ciudadano, se trata de una decisión personal en muchos casos. En este artículo vamos a ver un listado con algunas actividades necesarias para la conservación de nuestro amado planeta verde.
¿Qué es la conservación del medio ambiente?
Cuando hablamos de la conservación del medio ambiente estamos haciendo referencia a varias actividades específicas, es un proceso holístico en el cual todas las decisiones que tomamos importan. No basta con reciclar las botellas de plástico si al momento de ducharnos gastamos grandes cantidades de agua de forma innecesaria. Entonces, podemos decir que conservar el medio ambiente es un estilo de vida.
Actividades para la conservación del medio ambiente
A Continuación, veamos un listado con algunas actividades específicas que los españoles podrían incorporar a sus hábitos de conservación ambiental.
1. Cerrar los grifos adecuadamente
Lo ideal para incorporar nuevos hábitos a nuestras vidas es siempre comenzar por actividades sencillas de realizar, como por ejemplo cerrar los grifos de manera adecuada. Puede parecer un detalle simple, pero los resultados pueden ser de gran beneficio para la conservación del medio ambiente, tomando en cuenta las grandes cantidades de agua que ahorraremos.
2. No utilizar bolsas de plástico
Las bolsas de plástico representan un gran daño para el planeta, tomando en cuenta que una vez que se dañan, difícilmente pueden ser rehusadas. El material del cual están hechas tarda millones de años en ser biodegradado por la naturaleza, lo cual aumenta la cantidad de desechos en el mundo. Aparte, este tipo de bolsas son peligrosas para la fauna cuando son tiradas en playas u otros ambientes naturales.
3. Utiliza productos reutilizables
Siguiendo con la línea de la actividad anterior, es recomendable utilizar la mayor cantidad de productos que puedan ser reutilizados en el futuro. De esta manera nos aseguramos de disminuir la cantidad de desperdicios no orgánicos y preservamos la fauna silvestre evitando que los animales se queden atrapados en la basura.
4. Clasificar la basura
Como ya ha quedado establecido, existen principalmente dos tipos de desperdicios, los orgánicos y los no orgánicos. Los desperdicios orgánicos son todos aquellos propios de la naturaleza, las cáscaras de frutas por ejemplo. Mientras que la basura proveniente de algunos productos diseñados por las empresas no es orgánica. Tomando en cuenta lo anterior, lo ideal es clasificar los tipos de desperdicios para su correcto procesamiento.
Según algunas encuestas, los españoles tienen la tendencia a no querer modificar sus hábitos para la preservación del medio ambiente. La estadística dice que “un 34,7% de los ciudadanos prefiere continuar haciendo actividades a las cuales se ha acostumbrado”, aun sabiendo que son negativas para el planeta. A esta conducta se le conoce en psicología como aversiva, específicamente se trataría de aversión a la solución.
Lecturas recomendadas:
“Aversión a la solución: Cuando la verdad es el enemigo”
“Positividad tóxica: Cuando ser optimista no produce bienestar”
Este fenómeno ocurre cuando las personas, aun teniendo acceso a la información verificable, optan por negar los hechos comprobados y mantener sus costumbres. A Pesar de que se les den explicaciones, siempre encontrarán maneras de evadir la realidad.