Me preguntan que por qué remiendo mis botas en lugar de comprarme unas nuevas; que por qué me voy por la carretera libre a San Luis si puedo pagar la autopista de cuota; que por qué no voy a renovar la visa el año que entra cuando se venza si tengo con qué pagarla; que por qué compro ropa de segunda mano en los mercados si me puedo ir a Suburbia, Sears o hasta McAllen; que por qué me mato haciendo comida si tengo el dinero para comer afuera cuando quiera; que por qué no vendo la camioneta vieja y me saco en pagos una de agencia que no de lata con el motor, la caja de cambios o lo que sea; me preguntan también que por qué gasté el dinero ahorrado en un terreno allá recóndito en Tamaulipas, si no hay nada, ni internet; y también me preguntan que por qué no tengo hijos ya, que el tiempo vuela y que si no los tengo ahora, es seguro que en un futuro cercano me arrepentiré mucho.
En el imaginario colectivo, el tener Doctorado y trabajo, es sinónimo de buenos ingresos y buenos ingresos es sinónimo de consumismo y otención de lujos o suntuarios.
Todas las pregunts anteriores las puedo responder muy sencillamente: porque estoy en un proceso de decrecimiento. Simple y llanamente.
El decrecimiento es una corriente de pensamiento que lucha por la disminución de la producción económica y por ende del consumismo y la transformación de la naturaleza para sopesar esa producción, que lamentablemente se ha confabulado inagotable y expedito, cuando en realidad es cíclico y lento.
El decrecimiento es un camino de sencilléz voluntaria, en la que uno va cambiando sus hábitos y se va deshaciendo de lo material e innecesario para vivir de manera feliz, consciente y plena, sin menoscabo de la naturaleza, porque toda nuestra existencia está dependiente de ella y cada acción, por más pequeña que hagamos, incide en ella, así que entre más rechacemos el consumismo y tratemos de usar al máximo los recursos de los que disponemos, menor será el daño que causemos.
Así que, no es que seamos avaros con el dinero resultado de nuestro trabajo, simplemente no le vemos sentido a consumir ni a crecer, nuestro objetivo es sentir, experimentar, ver, crecer sin despilfarros.
Si les interesa saber más sobre este pensamiento les dejo este link.
