Los daños que producen en el medio ambiente los desechos plásticos son bien conocidos. Por esta razón nacen los bioplásticos como la nueva esperanza verde y una solución frente al plástico convencional.
Buscando alternativas amigables al ambiente, surgieron los plásticos biodegradables, los cuales reducían el tiempo de degradación de 500 años a pocos años. Sin embargo, seguían siendo derivados de combustibles fósiles por lo que poco o nada han contribuido a la reducción del impacto ambiental.
A diferencia de los plásticos convencionales y los biodegradables, que son producidos a partir de derivados del petróleo, los bioplásticos se fabrican con polímeros obtenidos de material de origen vegetal o bacteriano.
La producción de bioplásticos no contribuye a la emisión de gases de efecto invernadero. Hasta ahora, los más utilizados comercialmente son el PLA y PHA.
El PLA, conocido como ácido poliláctico, es un polímero obtenido de la fermentación del almidón
El PHA o poli-hidroxialcanoato es producido por bacterias, algas, y plantas modificadas genéticamente
Si bien los bioplásticos pueden contribuir a eliminar la dependencia de los combustibles fósiles empleados en la elaboración de plásticos sintéticos, la realidad es que no se ha producido un reemplazo real de los plásticos convencionales.
Lo más alarmante es que se ha comprobado que los bioplásticos no representan una alternativa verdaderamente sostenible.
Los bioplásticos no son la solución como tampoco lo fue la de los plásticos biodegradables
La producción masiva de bioplásticos requiere de la explotación en gran medida de recursos naturales tales como:
Grandes extensiones de tierras fértiles
Demanda de agua dulce para el riego
Monocultivos extensivos que agotan los nutrientes del suelo
Deforestación de zonas naturales
Uso de fertilizantes sintéticos y otros agroquímicos para el control de plagas
Por otra parte, la mayoría de bioplásticos en cierta medida siguen siendo contaminantes, puesto que no se degradan fácilmente en condiciones naturales, sino que requieren de altas temperaturas.
Lamentablemente, cuando los desechos bioplásticos llegan a los mares, tienen el mismo efecto negativo sobre la fauna marina que los plásticos convencionales.
Es necesario avanzar en la tecnología con el fin de crear nuevos plásticos verdaderamente amigables con el medio ambiente y más seguros, y que su proceso de producción industrial sea realmente sostenible.
El uso de bioplásticos, plásticos biodegradables y otros productos de un solo uso sólo han creado falsas expectativas de soluciones frente a la crisis real que representa la contaminación por plásticos.
De acuerdo con la organización Greenpeace, la verdadera solución a este problema está en ir eliminando el plástico de un solo uso y promover el uso de materiales reutilizables para todo tipo de objetos.