Según las investigaciones de las autoridades correspondientes, la señora Elizabeth Ferreras, madre del pequeño, lo llevó donde un curandero de nacionalidad haitiana llamado Milcíades, porque supuestamente “las brujas se lo estaban comiendo”.
Dijeron que después de que el pequeño se bebió el brebaje su estado de salud se complicó, por lo que fue trasladado al referido centro de salud donde finalmente perdió la vida.
En el día de hoy el Departamento de Investigaciones Criminales de la Policía Nacional, el Ministerio Público y el médico legista Miguel García examinaron el cuerpo sin vida.
Luego este fue trasladado al Instituto Nacional de Ciencias Forenses, INACIF, de Azua para determinar la causa real de su deceso.