Los investigadores del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) han descubierto cómo hacer bombillas más eficientes a partir de las bombillas incandescentes, esas que ya no las queremos ni ver, pues ahora podrían llegar a ser una solución excelente con un potencial de aumento en la eficiencia hasta el 40%.
Desde la UE se restringió las ventas de la bombilla incandescente dejando muchas lámparas tradicionales en desuso.
Recordemos que se aplicaba así una Directiva de la Comisión Europea destinada a retirar del mercado aparatos de alto consumo, escasa eficiencia energética y mejorar el etiquetado de una forma paulatina. (Ver de interés el artículo sobre el consumo y eficiencia energética del hogar)
Se trató de un auténtico apagón incandescente de forma progresiva, que llevaba tiempo programado por la UE (La Directiva Ecodesign 2009/125/CE).
Las bombillas de 100W expiraron en 2009, las de 75 vatios en 2010…. 2011, 2012.
En Europa, ya no se pueden conseguir las más ineficientes y solo los halógenos con una mayor ratio de lumen por vatio (lm/w) han logrado una moratoria hasta 2018.
Si consideramos que la eficacia luminosa de las bombillas incandescentes convencionales está entre 2 y 3 por ciento, el de los fluorescentes (incluyendo las lámparas fluorescentes compactas) está entre 7 y 15 por ciento, y la de la mayoría de los LEDs comerciales entre 5 y 20 por ciento, las futuras bombillas incandescentes , según científicos, podría alcanzar eficiencias de hasta el 40 por ciento y mostrar colores más naturales que las bombillas más modernas.
Las bombillas incandescentes tradicionales cuentan con un índice de representación de color clasificado en 100, porque coinciden con el color de los objetos vistos en luz natural.
Sin embargo, el LED o las bombillas fluorescentes sólo puede manejar una clasificación en el índice del 80 y la mayoría que podemos encontrar en el mercado son mucho menos, sin contabilizar la carcasa que forman muchas lámparas LED.
Ahora científicos han ideado una solución que podría dar un respiro para las bombillas incandescentes olvidadas.
Los investigadores del MIT han demostrado que rodeando el filamento con una estructura cristalina especial, cómo cristales fotónicos, el vidrio pueden recuperarse la energía que normalmente se pierde en calor, mientras se sigue permitiendo dar luz a través.
Se refieren a la técnica denominada como recycling light donde la energía que normalmente se escaparía en el aire es redireccionada hacia el filamento donde puede seguir creando nueva luz.
En definitiva… Recicla la energía que de otro modo se desperdiciaría, según uno de los científicos del proyecto, Marin Soljacic.
La realidad del descubrimiento, no es tanto el mejorar las bombillas incandescentes, que puede ser un objetivo entre otros, en realidad es el entender la capacidad de controlar las emisiones térmicas. Esa es la verdadera contribución de este trabajo.
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