El desarrollo de los procesos de lecto-escritura es un reto educativo, cada año los niños, docentes y padres de familia que ingresan al grado primero de EBP, se enfrentan a un nuevo nivel educativo donde se rezagan los procesos lúdicos con que el niño trabajo en pre-escolar, olvidando que al integrar actividades que resulten agradables a los pequeños se potencia el desarrollo significativo de conocimientos y se dinamizan los procesos.
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