El doctor en ciencias del mar con especialidad en química marina Aramis Olivos Ortiz estudia desde 2004, de manera intermitente, las repercusiones ecológicas de la eutrofización, proceso que implica el exceso de nutrientes de origen antropogénico en el ecosistema marino.
Este proceso se manifiesta en las costas después de que los desechos son degradados, lo que genera proliferación de ciertas microalgas —fitoplancton—, base de la cadena trófica en el océano.
La eutrofización es el sobreenriquecimiento de nutrientes de origen antropogénico como las aguas residuales, que tiene impactos químicos, ecológicos y económicos, aseguró el profesor investigador del Centro Universitario de Investigaciones Oceanológicas (Ceunivo) de la Universidad de Colima (Ucol), nivel I en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI).
En la investigación Estudio de la eutrofización de las bahías de Santiago y Manzanillo, Colima, Olivos Ortiz analiza este problema y sus afectaciones ecológicas como la estequiometría, que es el estudio de las proporciones de las sustancias involucradas en una reacción química para determinar sus efectos, que pueden resultar en niveles de contaminación, efectos sobre el desarrollo de fitoplancton e incluso en la salud de la población.
En Manzanillo aún no se cuenta con un programa adecuado de tratamiento de aguas residuales y tenemos un problema de eutrofización que va creciendo con los años; en el municipio, esta eutrofización y la intromisión de especies fitoplanctónicas por agua de lastre de buques que llegan al puerto han generado que nuevas especies de fitoplancton tóxicas, que antes no estaban en la región, ahora las tengamos presentes, las cuales representarán en un corto plazo un problema para la salud, afirmó el experto en química marina.
En los últimos cinco años, Aramis Olivos Ortiz ha trabajado en determinar y cuantificar la generación y aporte de agua residual de origen urbano y cómo llega al océano, ya sea de forma clandestina o controlada, enfocándose en el material orgánico.
Alteración del fitoplancton
El experto indicó que el material orgánico se descompone en el agua de mar por medio de reacciones químicas o actividad bacteriana, cuyo proceso se conoce como remineralización o regeneración de nutrientes inorgánicos, es decir, pasa de forma orgánica a inorgánica, lo que en altas concentraciones se traduce en contaminación.
El exceso de nutrientes inorgánicos es aprovechado por el fitoplancton y esto se transforma en una gran cantidad de biomasa, la cual debe ser degradada en la propia columna de agua por reacciones químicas o acción bacteriana que consumen el oxígeno disuelto disponible, lo que afecta a los peces y a otros organismos.
Además, la concentración de microalgas y los compuestos generados por su degradación impiden la penetración de luz solar a través del agua, entonces los mismos microorganismos fotosintéticos dejan de realizar su labor y de producir oxígeno, lo cual propicia un ciclo adverso para una región, pues otras especies de fitoplancton introducidas desde otras latitudes reemplazan a las naturales, lo que genera que organismos del siguiente eslabón en la cadena trófica no encuentren su alimento y mueran o migren a otras regiones, y así sucesivamente.
Sucesión de especies
Esto en periodos largos de tiempo provoca lo que se llama sucesión de especies, lo que puede ser una explicación a por qué ya no se encuentran ciertas especies como almejas, camarón o peces que en décadas pasadas eran abundantes en esa región, lo cual ha llegado a impactar de forma negativa a pesquerías económicamente rentables, sostuvo.
Si alteramos las proporciones o estequiometría de los nutrientes en el océano, estamos alterando la producción de biomasa y, por lo tanto, la generación de oxígeno en el planeta, aseguró el profesor investigador de la Facultad de Ciencias Marinas.
Señaló que existen leyes para regular este tipo de problemas ambientales, pero que muchas veces estas no contemplan todas las fuentes de contaminación ni establecen los límites adecuados, por ello existe un problema de eutrofización en México y en los países en desarrollo.
Básicamente es porque no se manejan adecuadamente las aguas residuales ya que no hay sistemas de drenaje y alcantarillado al 100 por ciento en las ciudades, ni las plantas de tratamiento trabajan con la eficiencia que debieran, entonces el agua que llega al océano no es tratada adecuadamente y es vertida con alta carga de material orgánico que en exceso es un tipo de contaminación, expuso el investigador.
En la actualidad, Aramis Olivos Ortiz colabora activamente en la Red de Florecimientos Algales Nocivos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), que alberga a investigadores y estudiantes que se preocupan por este y otros problema ambientales vinculados a los aportes de agua residual al océano.
Fuente: CONACYT