Para dejar en claro, la horticultura es cultivar todo tipo de plantas pero nunca haciendo uso del arado. Es un trabajo casi completo del humano o agricultor ayudándose de pequeñas maquinas simples.
Se usa mucho la aplicación de abonos y todo tipo de minerales para alimentar el suelo y que sea mucho más fértil y productivo, a diferencia de los métodos convencionales que utilizan fertilizantes, químicos y tóxicos para que las plantas crezcan más y para evitar las plagas, pero esto daña considerablemente nuestra salud.
Todo lo que esté permitido ecológicamente se puede utilizar en la horticultura orgánica, pero tampoco hay que abusar, siempre es mejor utilizar los métodos ancestrales.
La práctica de este tipo de cultivo se puede dividir en cinco diferentes categorías, una es la producción de todo tipo de flores, luego la producción de plantas decorativas, verduras, frutas y por último el mantenimiento de las cosechas.
Es muy importante la parte de conservar las técnicas y métodos utilizados en épocas antiguas, se sabe que este tipo de cultivos llevan más tiempo y el proceso es más largo, además de requerir mayor mano de obra por parte del agricultor, pero el producto final es lo que marca la diferencia.
Evita al máximo la utilización de cualquier tipo de sustancias que puedan ser nocivas para el medio ambiente, los suelos y nuestra propia salud.
Realizar este tipo de huertas va mucho más allá de solamente producir alimento, también mantiene la cultura antigua intacta y además demuestra que todavía es posible formar y mantener una comunidad.
Si cada uno tuviese una huerta, aunque sea pequeña, será capaz de mantener a una familia, además de que la alimentación que llevaran a cabo será mucho más sana que el resto de las personas y de paso cuidamos el lugar en donde vivimos.
La horticultura ecológica varía según la zona, los métodos utilizados eran diferentes según cada país o cada comunidad, sin embargo todas estas técnicas se fundamentan en lo mismo, cuidar el medio ambiente y producir alimentos seguros para nuestro cuerpo.
Un gran conocedor de este tipo de cultivos sabe cómo mantener al margen las plagas sin el uso de sustancias nocivas, esto es algo que se va aprendiendo de generación en generación, y es algo muy cultural y hermoso realizar este tipo de prácticas.