Así pues, las bombillas desnudas son prácticas porque dan mucha luz, pero por desgracia, no son muy estéticas, aunque cada vez hay más modelos súper chulos y que además son de bajo consumo.
He diseñado un tipo de lámpara que aúna estas dos características: no restar luz a la bombilla y ser un diseño bonito.
Esta lámpara además está hecha con material reciclado (cosas que todos tenemos en casa) y es muy sencilla.
Material:
Botella de plástico
Dos gomas
Cartón ondulado, cartulina o papel grueso similar
Te lo explico todo paso a paso:
Esta es la pinta que tenía mi triste bombilla, con cables sueltos y todo...
Lo primero que vamos a hacer es sujetar y unir los cables con cinta, con bridas o con lo que tengamos a mano.
Lo segundo va a ser recortar la botella de plástico de esta manera que se ve en la foto, para recoger los cables. No hace falta que la sujetes ni la pegues con nada. Puedes hacer una abertura lateral, meter los cables y soltar.
Como el plástico es rígido, lo sujetará perfectamente.
Para finalizar, cogeremos el cartón ondulado, o el material que tengamos en papel, y lo enrollaremos alrededor de la botella. Tendremos cuidado con la medida ya que no queremos que tape la bombilla, sólo la botella con los cables.
Después para sujetarlo podemos poner dos gomas, una en cada extremo (arriba y abajo). Van muy bien las que vienen con la verdura en el supermercado. Sobre todo las que vienen con los espárragos verdes y los brócolis, que son anchas y de colores. Si no te gusta el color, siempre puedes pintarla con un rotulador
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