Según el Departamento de Energía de Estados Unidos (EIA), las luces de Navidad consumen, en promedio, 6,63 millones de kWh al año, mientras que toda la población de Etiopía utiliza 5,30 millones de kWh al año.
Las estadísticas muestran la necesidad de un cambio en el consumo, la cultura y también en las fuentes de energía. Sólo la energía utilizada en la iluminación representa el 14% del total de la demanda estadounidense. En comparación con otros países, este es un consumo muy alto. En Corea del Sur, por ejemplo, el 14% es el porcentaje destinado a todo el consumo doméstico.
Estados Unidos es uno de los mayores consumidores energéticos del globo y cuenta con sistemas muy rudimentarios de transmisión de energía con mal mantenimiento y muchas perdidas, así como amplias redes de energía no renovables, es necesario el uso de equipos más eficientes, y tomar conciencia e invertir más en tecnologías para la producción de energía limpia.
Un estudio realizado por el gobierno de Estados Unidos estima que se puede ahorrar hasta 5970 millones de kilovatios en decoraciones de Navidad, únicamente si se invirtiese en equipos más eficientes y sistemas inteligentes.
La mayoría de las luminarias utilizadas para decorar casas enteras son hechas con lamparas incandescentes de 20 o 25 watts.
Pero en la cultura del despilfarro, esto no tiene mucha cabida.