Los ventiladores de techo: ventajas y desventajas


 

Desde hace mucho tiempo, los ventiladores de techo han sido un remedio para aliviar el calor gracias a su sencillo mecanismo y a su bajo consumo pero ¿son, realmente, tan eficaces? Te lo contamos.

Frente a otras soluciones de climatización, los ventiladores de techo son una opción económica y fácil de instalar para refrescar una habitación, especialmente en los días en que las altas temperaturas no nos han dado tregua.

Entre sus beneficios destacan su bajo consumo y la posibilidad de refrescar también el exterior de la casa. Además, la mayoría de los modelos cuentan con función invierno/verano e incorporan luz.

Ventajas de los ventiladores de techo

Poco coste: los ventiladores suelen ser muy económicos, independientemente del modelo y las dimensiones.

Bajo consumo energético: comparado con el aire acondicionado, consumen mucho menos (algo a considerar teniendo en cuenta la factura de la luz). Los expertos calculan que consumen entre 20W y 60W normalmente, dependiendo de la velocidad. Además, los nuevos ventiladores con motor AC de corriente continua consumen sólo entre 3W y 30W.

Silenciosos: los ventiladores de techo son relajantes y silenciosos. Su ruido es casi inapreciable y su movimiento produce una sensación de relax.

Función decorativa:  el ventilador forma parte de la decoración y puede darle a nuestra habitación un toque de estilo muy elegante. Por ejemplo, si la casa tiene un estilo rural, el modelo más adecuado pueda ser con aspas de madera. Si el estilo es más minimalista, puede encajar uno confeccionado en  metal. Y si el estilo es clásico, se puede optar por un ventilador con tonos envejecidos o tulipas de cristal.

Más saludable: los ventiladores de techo no van a provocar sequedad de garganta, ni de ojos, ni tampoco resfriados debido a corrientes de aire excesivamente frías.

 

Algunas desventajas de los ventiladores de techo

Poco efectivo para la iluminación: Las bombillas que suelen traer los modelos de ventiladores están bastante limitadas o no están bien orientadas para iluminar toda la estancia en cuestión.

No proporcionan aire frio: contrario a los aires acondicionados, los ventiladores de techo no producen corrientes de aire frío y a bajas temperaturas. Lo único que hace es (dependiendo de su configuración), empujar el aire hacia abajo, de manera que el aire caliente se desplace hacia abajo y laterales.

 

Instalación de los ventiladores de techo

Superficie de la estancia: lo primero que necesitarás saber es la cantidad de metros cuadrados que tiene la habitación donde quieres instalarlo.

En general, la relación entre el área a climatizar y el diámetro mínimo del ventilador de techo es la siguiente:

Hasta 13 m²: ventilador de diámetro menor que 107 cm

Entre 13² y 18 m²: ventilador de diámetro entre 107 cm y 132 cm

Mayor que 18 m²: ventilador de diámetro mayor que 132 cm

Longitud de las aspas: ha de estar directamente relacionado con la cantidad de aire que pueda mover utilizando la menor cantidad de revoluciones del motor.

El tipo de techo: si vas a instalarlo en un techo inclinado, fíjate en que el ventilador sea apto para este tipo de techos. Esta información puede dártela el vendedor y, generalmente, también está incluida en la caja del ventilador y el manual de instrucciones.

Si la instalación es en un falso techo, asegúrate de que sea capaz de soportar un peso superior al del ventilado en sí, por lo general han de aguantar 45 kilogramos, ya que, al ponerlo en marca, la oscilación de las aspas a gran velocidad provoca un aumento del peso que el techo ha de soportar.

En la actualidad, los ventiladores incorporan las últimas tecnologías: luces LED, mando a distancia… que les convierten en un método ideal para soportar el calor del verano. Sin embargo, desde Vivienda Saludable te recomendamos que lo estudies para saber si es el sistema que realmente conviene más a vuestra vivienda y a vuestro estilo de vida.

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