Esta es la cara que se nos queda cuando hemos visto algo extraño en el pelo de nuestros hijos... ¿Serán piojos?... No, no puede ser... ¿Será que si?... Pues si, eso parece... Dioooooosssss y ahora ¿qué hago?
Tranquilidad y fuera prejuicios...
En productos convencionales contra los piojos podemos encontrar piretrinas, malatión, lindano o butóxido de piperonilo, entre otras sustancias, cuyo origen en sintético y que son insecticidas no exentos de inocuidad que pueden presentar alergias y reacciones importantes, además de ser contaminantes.
Existen alternativas naturales y con menos tóxicos que son efectivas si se trata a tiempo y y se aplican con constancia.
Además de la utilización del vinagre (ácido acético) de toda la vida, que funciona aunque a ver quien es el niño que aguanta con el olor a vinagre un buen rato, el aceite esencial de árbol de té (excelente preventivo y que recomiendo añadir unas gotitas a la hora de aplicar el champú) y utilizar el peine especial arrastra liendres (vamos... la liendrera), también podemos aplicar esta mascarilla que previene pero que también mata las liendres y facilita que se suelten fácilmente. De todas formas, los piojos son "duros de pelar"...
Tiene una aroma agradable y además de su función antipiojos también va a nutrir y dejar el pelo brillante y más suelto. Se deja actuar mínimo una hora (y lo que pueda aguantar el niño) y luego se lava el cabello bien.
35 ml de aceite de Coco (Cocos nucifera) de la Redoma Creativa
10 ml de aceite de Neem (Azadirachta indica) de la marca Flora
3 ml de aceite esencial de árbol de té (Melaleuca alternifolia)
2 ml de aceite esencial de geranio (Pelargonium graveolens)
Mezclar todos los ingredientes y agregar la mezcla en un frasco. Con esta cantidad preparada se tiene para bastantes aplicaciones.
A todo esto, La Rueda Natural comercializa un kit de tratamiento antipiojos de la marca Flora.
Aquí también os dejo unas pautas de medidas preventivas.