Qué es la saponificación

Te explicaremos que es saponificar de una forma muy sencilla: es la transformación de un aceite o grasa en jabón. Es un aceite cuando su estado es líquido y grasa cuando es sólido. Éstos pueden ser de origen animal o vegetal.

Para que esa transformación se produzca se necesita de un elemento alcalino (con un ph muy alto).

Como elemento alcalino normalmente se usa la sosa (hidróxido de sodio, NaOH o soda cáustica) o la potasa (hidróxido de potasio o KOH). Para jabones sólidos se usa sosa y para jabones líquidos potasa.

Para que ésta reacción química se produzca (se llama hidrólisis alcalina) es necesario el agua como elemento comunicador entre los dos compuestos, que es dónde se disuelve el álcali (la sosa o potasa).

Más adelante veremos qué es la hidrólisis alcalina con más detalle para que podáis entender cómo se produce esta reacción química.

En resumen:

Sosa o potasa + Agua + Aceite o grasa = JABÓN.

sosa
mezcla de sosa con aceites
traza completada


Como es el proceso: primero se disuelve la sosa (o potasa) en agua y luego se vierte encima del aceite, produciendo jabón.

Estos son los 3 ingredientes básicos para fabricar jabón, todo lo que le pongamos de más serán aditivos (colorantes, fragancias, aceites esenciales, frutas, leche, arcilla, extractos de plantas, etc.).

El miedo a la sosa

Muchas personas comentan, más por desconocimiento que por otra cosa, que la sosa es tóxica para la piel y que existen jabones hechos sin sosa. Esto es imposible, todo jabón artesano está hecho desde antaño con sosa y es verdad que existen unas hierbas, llamadas saponarias o jabonarías, que contienen saponinas y producen espuma, pero resulta un jabón líquido muy acuoso, nada que ver con el jabón elaborado por saponificación.

Además, para las personas que usan la técnica de Melt & Pour refundiendo una base de jabón transparente (de glicerina) pensando que estos jabones están libres de sosa, deben saber que estos jabones también están hechos con ella, pero ya han madurado el tiempo suficiente hasta conseguir un ph estable y por eso resultan aptos para su uso desde el momento de su preparación.

No hay que tenerle miedo a los jabones elaborados por saponificación porque la sosa, al igual que el aceite, dejan de ser sosa y aceite para convertirse en jabón. Aunque hay que tener en cuenta que si la fórmula del jabón no es correcta y agregamos más sosa de la debida puede quedar libre en el jabón y si producir irritación. Por eso es muy importante seguir al principio las recetas al pié de la letra y más adelante, cuando veamos cómo hacer nuestras propias recetas y conozcamos los índices de saponificación de cada aceite, elaborarlas nosotros mismos con las proporciones que deseemos según el producto que queramos conseguir.

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