El mueble estaba pintado de gris, con algunas pegatinas de hace mil años y tenía una chapa para proteger la parte superior, supongo que de la época en la que servía de mueble de cocina. Quitamos la chapa e intentamos lijarlo para recuperar la madera pero fue imposible y decidimos probar las pinturas de tiza de la que hablan varios blog (decoestilo).
Pintamos con pintura de tiza blanca y probamos a decapar para que saliera el gris que había debajo y como quedó algo chulo lo dejamos así.
Como es un mueble que va a estar en un baño con baldosas blancas y azules decidimos darle un toque de azul. Pintamos la parte superior, las baldas y las puertas por dentro y decapamos para que saliera algo de blanco.
Pintura azul ultramar
Elegimos un tono de azul ultramar porque me recuerda a los viajes ya que es un color que curiosamente lo utilizan para pintar las fachadas de las casas en varias partes del mundo. Es el color que ahuyenta los mosquitos en chefchauen en Marruecos, que colorea las casas en Harar en Etiopía o que da la bienvenida en Jodhpur en India (fotos en este blog). Es como trasladar un trocito del mundo a tu casa.
Después enceramos todo el mueble con lana de acero y lo pulimos con estopa para protegerlo del agua.
Los huecos de las ventanas tenían unos ganchos para colgar cortinas pero decidimos probar con la malla de gallinero, que por cierto reciclamos del corral. Esto fue lo que más nos costó porque aunque hay buenos tutoriales en Internet como el de Recicla tus muebles nos complicamos poniendo unos listones para que quedara bien apretado porque no éramos capaces de hacerlo con la grapadora.
Colocando la malla
Y este es el resultado¡¡¡¡
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