He enseñado varias fotos de cuando eran pequeña que creo que me describen muy bien:
Aprendizaje y curiosidad desde pequeñas
Siempre fui una niña a la que le gustó aprender. Me encantaba el colegio, descubrir cosas nuevas. Y sigo siendo así, aprendiendo cada día, con la misma curiosidad.
vinculo con el territorio de mujeres rurales
Fui una niña de campo, con pueblo, siempre vinculada a la naturaleza. Por eso estudié Ciencias Ambientales y por eso siempre he intentado tener trabajos en contacto con el mundo natural y rural.
Niñas aventureras
Me encanta la aventura, montar la tienda de campaña, ir de campamento, viajar… Desde niña tuve esa oportunidad y la he explotado de lo lindo. He viajado por más de 35 países con amigas, en pareja, en familia y últimamente sola con mi hija.
haciendo realidad mis sueños
De pequeña tenía un sueño, transformar la vieja cuadra de las ovejas de mi abuelo en un alojamiento. Y aquí me tenéis unos años después haciendo realidad mis sueños.
En la adolescencia Patones se convirtió en algo muy especial. No solo por disfrutar con mis amigos de maravillosos veranos en el pueblo. También por todo lo que aprendí de mi abuelo Julián. Subía el trastero de la casa, y como si fuera una arqueóloga bajaba trastos y viejos aperos del campo. Los limpiaba, clasificaba y categorizaba con ayuda de mi abuelo. Así comenzó mi pasión por descubrir Patones. Me publicaron un libro de rutas y años después trabajé como guía de turismo.
Como me encantaba aprender realicé el doctorado en Geografía y seguí viajando por el mundo. Ya asentada en la Sierra Norte de Madrid, me salió un trabajo como profesora universitaria en Ecuador y allí que me fui.
Fue una experiencia increíble. Un sueño para cualquier ambientóloga, trabajar e investigar en la Amazonía. Y además allí viví otra gran aventura, ser madre de mi hija Julia Sacha.
Pero vivir tan lejos de la familia con un bebé fui difícil para mi y decidí regresar a España. Fue entonces cuando de verdad había llegado el momento de hacer realidad mi sueño. Apostarlo todo, arriesgarme y crear mi alojamiento rural ecológico. Cuatro años de proyecto, uno de obra, mucho esfuerzo y algún que otro susto. Pero en marzo de 2018 por fin Casa rural Melones abrió sus puertas. Ocho años siendo una mujer emprendedora.
Pero es que además he cerrado el círculo. Desde el otoño pasado he regresado a la Universidad Autónoma de Madrid, a las aulas donde estudié Ciencias Ambientales y Geografía. Y esta vez lo hago como profesora de Mundo Rural. Quién iba a pensar que la nieta de un pastor de Patones lograría llegar tan lejos. Eso es gracias a una frase que hoy resonaba en mi cabeza… tener raíces y alas
experiencias en contacto con la naturaleza y el mundo rural
Y ahora, pues sigo creciendo, aprendiendo, viviendo cerca de la naturaleza, disfrutando de nuevas aventuras. ¿Y tienes tiempo para hacerlo todo, me ha preguntado una alumna? ¿Y cuál es tu siguiente proyecto me ha preguntado otro?? Pues la verdad es que tengo un montón de ideas pero mi proyecto sigue siendo SER FELIZ HACIENDO LO QUE ME GUSTA