Después de cargos y las protestas de los activistas, las autoridades locales firmaron un acuerdo y determinaron que el agua sólo puede ser comercializado en botellas de plástico de más de 600 ml.
La medida tiene como objetivo reducir los impactos ambientales derivados de la fabricación del plástico PET y también su eliminación. “Todos sabemos la importancia de la lucha contra el cambio climático, San Francisco ha liderado la lucha por el medio ambiente”, dijo el Presidente de la Junta de Supervisores, David Chiu, quien también fue el que creó la ley.
En Australia hace ya unos años un pequeño condado aplico una medida similar obteniendo buenos resultados, lo mismo sucedió en Seattle donde hace un par de años que rige la medida.
Hace falta una significativa cantidad de petroleo para la fabricación y transporte de dichas botellas, hace falta para reciclarlas luego eso si es que no acaba como contaminante en los océanos o en algún bosque por ejemplo.
Son sumamente innecesarias sobre todos en ciudades con buenas redes de agua potable, y además las compañías venden el agua a unos precios abusivos.
El plástico que menos contamina es el que no se fabrica, un hurra por San Francisco.