7 consejos para elegir el mejor material sostenible para tu marca

Desde las marcas y desde el diseño tomamos infinitas decisiones que tienen un impacto real sobre la sostenibilidad ecológica, social y económica de nuestro planeta. Tomar decisiones conscientes nos ayudará a reducir los impactos negativos e incluso a conseguir otros positivos. Pero, para ambas cosas, necesitamos tener una mirada global.

Todo lo que nos rodea es diseño. Ya sea un producto o un servicio, todo aquello que ha sido creado de forma consciente por el ser humano parte del proceso de diseño y requiere de ciertos recursos. Y ¿sabías que aproximadamente el 80% del impacto ambiental se determina en la fase de diseño? ¡Cuánta responsabilidad! Por este motivo, los materiales se convierten en una decisión fundamental a la hora de crear un proyecto de diseño sostenible.

¿Quieres que tu marca utilice materiales sostenibles? Hoy te voy a dar unos trucos básicos para empezar con buen pie:

1. Entiende que todo es un producto, más allá de tu producto.

No importa si vendes productos cosméticos, diriges un gimnasio u ofreces servicios de consultoría. Tu impacto implica todo aquello que vendes y también todo lo que le rodea. Tu página web, tus tarjetas de vista, tus emails, tu catálogo. Todo lo que envuelve a tu marca son productos que también hay que tener en cuenta.

2. Si puedes, elimínalo.

Parece una obviedad pero reducir el consumo de recursos debe ser siempre nuestra primera opción. Repensar nuestros procesos y necesidades desde una óptica reduccionista y una visión creativa nos ayudará a centrarnos solo en aquello que de verdad es necesario y reducir nuestro impacto eliminando todo aquello que no lo es.

3. Prioriza lo natural ¡y orgánico!

Pero que no te engañe la palabra natural. Todo lo que nos rodea procede de una u otra forma de la naturaleza y esto hace que nos “ataquen” constantemente con mensajes ambiguos que muchas veces logran confundirnos. ¿Te has planteado que el petróleo es un recurso natural? El problema de ciertos materiales es que la naturaleza no tiene capacidad de volver a absorberlos ya que durante su proceso de composición se ha convertido en algo diferente que ya no es capaz de reconocer y que incluso puede ser tóxico o dañino para el en conjunto del planeta.

4. Analiza de dónde se obtiene el material.

En ocasiones estudiamos el material, su huella de carbono y su impacto desde la teoría como algo general, pero nos olvidamos del impacto directo que pueden provocar simplemente las condiciones concretas de su extracción. Materiales como los minerales son naturales, pero puede que esten provocando graves daños en el paisaje y la economía local de la comunidad donde se obtiene. Del mismo modo, la madera puede provenir de bosques no controlados que favorezcan la deforestación, la desertificación y la pérdida de biodiversidad, o podemos estar adquiriendo fibras textiles orgánicas cosechadas bajo condiciones de explotación.

5. Y después, ¿qué?

Profundiza en etiquetas como biodegradable o reciclable para descubrir en qué condiciones se dará ese proceso. A día de hoy, nos encontramos con un sistema sin capacidad para procesar bioplásticos y resulta prácticamente imposible separar los plásticos procedentes del petróleo de aquellos de procedencia vegetal por su difícil diferenciación, lo que provoca que terminen todos en el mismo lugar. Por otro lado, nos encontramos con materiales considerados “biodegradables” que precisan de unas condiciones tan extremas y controladas de carácter industrial para biodegradarse que este proceso puede que nunca se lleve a cabo, convirtiéndose así en un residuo más.

6. Lo nuevo no siempre es mejor

Como ya te habrás dado cuenta, en el mundo de la sostenibilidad hay mucho mensaje ambiguo o engañoso. Así que no te dejes encandilar por lo novedoso y ten en cuenta también los materiales tradicionales. Por ejemplo, según los datos ofrecidos por Dcycle, el algodón o el yute tienen una huella de carbono muchísimo menor que los cueros vegetales (plant-based) más novedosos.

7. No lo estropees con el acabado

Tintas tóxicas, barnices, plastificados, etc. Un mal acabado puede echar por tierra todos los esfuerzos previos haciendo que un material deje de ser reciclable o que se convierta en un producto tóxico en su proceso de biodegradación. En cambio, un proceso de diseño gráfico consciente y creativo puede hacer del acabado parte esencial de tu diseño sostenible, reduciendo su impacto e incluso apoyando la creación de impactos positivos. Contar con un estudio de diseño especializado en sostenibilidad e impacto social te ayudará a ir siempre un paso más allá en la sostenibilidad de tu marca.

Recopilatorio de materiales sostenibles 

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Desde Hoy es el día llevamos 10 años investigando sobre el impacto del diseño gráfico en la sociedad y buscando contínuamente procesos que nos ayuden a reducir aquellos que son negativos y a potenciar aquellos que son positivos. Para ello hemos desarrollado una metodología de diseño sostenible sobre la que sustentar cada uno de nuestros proyectos, así como recursos para que la sostenibilidad se extienda lo más rápido posible. A raíz de toda nuestra experiencia, hemos publicado un Recopilatorio de materiales sostenibles para el diseño donde no solo hablaremos de materiales, sino que también iremos incorporando información extra para poder tomar decisiones conscientes. Esperamos te sea de utilidad.

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