Aunque la agresión sexual no se realiza sólo contra mujeres, sí que este género es el que más la sufre. La mujer ha tenido un papel de persona ‘débil’ y sumisa en la sociedad a lo largo de muchos siglos y ello ha hecho que las agresiones sexuales contra ella hayan sido habituales e, incluso, consideradas ‘normales’ en épocas pasadas. A pesar de que en la actualidad las denuncias contra la agresión sexual son mayores y se han reducido los casos, siguen existiendo estas agresiones y las cifras en determinados círculos sociales, religiosos y, dependiendo del país, son todavía demasiado alarmantes.
?Quién es el agresor?
Hacer un ‘retrato robot’ de las personas que realizan este tipo de agresiones es difícil. Los estereotipos que han existido siempre en relación con estos individuos los describen como hombres de mediana edad, violentos, con problemas psicológicos y con antecedentes penales. Pero, no podemos generalizar. Agresores sexuales existen en todos los estratos sociales y su aspecto o forma de ser no tienen por qué reflejar que realizan este tipo de acciones.Además, se suele asociar a los agresores con la imagen fílmica de violadores-asaltadores, pero no siempre este tipo de violencia va unido al desconocimiento del agresor por parte de la víctima. Lo que sí suele ser cierto es que acostumbran a ser reincidentes antes de ser detenidos, por lo que las denuncias nada más cometerse la agresión, son muy importantes. Los datos estadísticos que se tienen sobre este tipo de violencia sexual provienen de esas denuncias realizadas.
Agresiones sexuales en cifras
Las cifras de agresiones sexuales de algunos países latinoamericanos son mucho mayores que las de España. Determinar la causa de esa diferencia es complicado, y más cuando se compara un solo país con varios y con realidades tan dispares. Quizás lo que más marca esa diferencia de cifras sea la diversa concepción de la mujer que existe en cada uno de ellos. Además, los conflictos internos de cada país, como el paramilitar colombiano, el último terremoto de Haití o el escalofriante feminicidio de Ciudad Juárez en México, aumentan los niveles de las estadísticas latinoamericanas.Los últimos datos españoles que hay recopilados son del 2007, procedentes del Instituto de la Mujer a instancias del Ministerio del Interior. En este sentido, los delitos conocidos de violencia sexual son 6.845 casos (sin contar con datos del País Vasco, Lérida y Gerona), de una población femenina de 22.860.775. Dentro de la cifra general de violencia sexual, el número concreto de victimas de agresión son 3.833. En comparación con años anteriores (2006, 2005 y 2004) hay una ligera disminución de casos, pero en relación con los últimos años de la década de los 90 hay un incremento, derivado, del aumento poblacional que ha sufrido España gracias a la inmigración.
Recopilar datos de Latinoamérica es más complicado debido a que nos referimos a un conjunto de países con realidades muy distintas. Aún así, existen estadísticas en La División de Asuntos de Género de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe sobre las agresiones sexuales en Colombia, Perú, Bolivia, Haití y República Dominicana entre 2005 y 2008, de los que podemos sacar algunas conclusiones. Por ejemplo, Colombia, un país que en 2005 tenía un número de mujeres muy similar al de España en 2007, en concreto 21.834.000, tuvo 2.510.910 de casos de agresiones sexuales.
Haití es un país donde siempre se ha denunciado un alto índice de violaciones. Entre 2005 y 2006, de 4.774.000 de mujeres, 515.592, el 10,8%, sufrieron violencia sexual. Con el reciente terremoto que ha azotado el país, esta cifra habrá subido considerablemente, ya que las catástrofes naturales y sociales dejan a la mujer en un mayor estado de vulnerabilidad. Los otros países de los que existen datos, también muestran cifras elevadas: 311.104 casos en una población femenina de 4.861.000 mujeres en Bolivia (2008); 2.067.524 agresiones en Perú de un total de 13.876.000 mujeres (2004-05) y 261.525 de una población femenina de 4.755.000 en República Dominicana (2007).
La agresión sexual no entiende de países. Sí que es cierto que determinadas sociedades son más permisivas con ella. Por ello, desde los distintos gobiernos se debe luchar para disminuir sus cifras y, para conseguirlo, educar en igualdad de género es fundamental.
Fuentes de información: El Instituto de la Mujer (Ministerio de Igualdad) y La División de Asuntos de Género de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe.