Se han creado sistemas inteligentes para el análisis de datos y de comunicaciones adaptado a la complejidad del manejo de los recursos hídricos en los países desarrollados
El manejo eficiente y sostenible de los recursos hídricos es un proceso sumamente complejo por ser multifactorial. En ello se conjugan aspectos sociales, industriales, ambientales y políticos. El agua dulce es cada vez un recurso más limitado, apenas representa el 2.5 % de la totalidad del agua en la tierra y su demanda está sometida las presiones del crecimiento de la población concomitante al desarrollo agrícola e industrial y el impacto sobre las fuentes naturales.Estos aspectos se traducen en demandas tan simples como que el agua llegue potable a nuestro grifo o la disposición de las aguas servidas, así como el agua disponible para la industria o la recreación, la disponibilidad para el riego en la agricultura, el control de los niveles de los embalses, los procesos de potabilización, la protección de las fuentes naturales así como, la prevención de inundaciones o sequías, los costes que deben asumir las personas, las empresas y los estados dentro de sus políticas públicas.
Existe una interdependencia entre todos estos factores lo que hace que sea muy complejo el manejo de numerosas variables. Es allí donde entran en juego las nuevas tecnologías de la información y comunicación.
Las tecnologías de información y comunicación aplicadas a la gestión de los recursos hídricos permiten un manejo más competente en la distribución de los servicios de distribución del agua y además anticipar los posibles impactos ambientales. El acopio de los múltiples datos que se generan y su análisis sirven de soporte para la toma eficiente de decisiones. En este enfoque sistémico, se toman en cuenta el cambio climático y la alteración de los ecosistemas.
Estos sistemas permiten el control operacional de los embalses, integrado a los otros elementos del sistema como las fuentes hídricas y su distribución a la población
La recolección de innumerables datos se realiza mediante sensores y medidores digitales instalados en toda la red de depuración, distribución, uso y finalmente el tratamiento de aguas servidas. Adicionalmente, se reciben los valores de los parámetros climáticos recopilados de estaciones meteorológicas estratégicamente instaladas, así como la visualización geográfica en tiempo real facilitada por el uso de drones. Se trata de la monitorización integral de todos los elementos involucrados en la gestión del recurso agua.Un complejo sistema informático centralizado recopila, analiza y procesa la data, arrojando información al instante de todo el funcionamiento facilitando la operación, el control y la toma de decisiones. Junto a ello también consta de modelos matemáticos predictivos que permiten actuar de manera proactiva frente a cualquier eventualidad como inundaciones o períodos de sequías.
Bajo todas estas características es que han surgido sistemas de gestión inteligentes como el proyecto SAID (Smart water management with Integrated Decision support system) desarrollado por la empresa Abengoa y presentado a la Comunidad Europea. Existen otros sistemas como Smart-Hydro para la optimización de los recursos hídricos empleados en la agricultura. El sistema inteligente de adquisición de datos, control y supervisión desarrollado por el grupo SUEZ llamado SCADA y de información geográfica conocido como GIS, integrados en la plataforma AQUADVANCED® Water Networks. Estos son sólo ejemplos ilustrativos de lo que se viene planteando.
En conclusión, el empleo de tecnologías inteligentes permite que los encargados de administrar los recursos hídricos puedan tomar decisiones claras y sistemáticas basadas en una información precisa, técnicamente bien fundamentada y actual.