Para la primera pregunta, naturalmente podemos someter nuestro producto a un análisis de ciclo de vida, lo que nos despejará bastantes incógnitas. El problema es que, además de ser algo bastante caro para el común de las marcas, muchas veces es de difícil comprensión. Y esto, liga con el segundo tema: que aunque sea capaz de analizarlo, si queremos ser precisas, la manera de trasladar los datos para que lo entienda la sociedad, normalmente no será fácil ni clara ni del todo real.
Esta mismas preguntas se las venían haciendo desde muchos años Anna Cañadell y Alba Garcia y por ello nació BCOME, una innovadora herramienta que permite que las empresas puedan analizar la sostenibilidad de sus productos textiles desde distintos puntos de vista y que las personas de la calle podamos entender esa información. Pero para llegar a ello, Anna y Alba han recorrido un largo camino.
Cuando creamos BCOME en 2016 teníamos muy claro que en el ADN de nuestra aventura tenían que convivir textil y sosteniblidad, pero todavía no sabíamos de qué forma. Y aunque teníamos en mente algo muy parecido a lo que hemos logrado, los primeros tiempos trabajamos como consultoras para acercar el producto sostenible de proveedores asiáticos a grandes marcas como Inditex.
¿Y no funcionó?
No es que no funcionara, pero más pronto que tarde nos dimos cuenta que ni esas grandes firmas tenían muy claro qué querían ni nuestro trabajo estaba permitiendo que el consumidor discerniera demasiado de lo que es sostenible de lo que no. Por el camino también quisimos poner en marcha un marketplace de moda sostenible, pero nos dimos cuenta que ese no era nuestro expertise, a nosotras lo que se nos daba bien era medir.
¿Y cómo conseguisteis crear la herramienta BCOME?
Pues decidimos parar la actividad externa durante un tiempo, formarnos mucho, investigar muchísimo y recopilar toda la información que ya teníamos gracias a nuestros periodo como consultoras y conseguir la que nos faltaba. Actualmente tenemos más de 5.000 datos del sector textil, y es una información que continuamente va creciendo. El resultado es esta herramienta que de alguna manera permite democratizar la sostenibilidad.
“Actualmente tenemos más de 5.000 datos del sector textil, y es una información que continuamente va creciendo”.
¿Qué queréis decir con democratizar?
Pues que con BCOME hemos conseguido algo que hasta ahora no estaba al alcance de muchas marcas, y es que a un precio razonable puedan tener conocimiento fiable acerca de la sostenibilidad de sus productos, tanto para podérselo contar fácilmente a sus clientes como para poder ir mejorando colección tras colección.
“BCOME permite democratizar la sostenibilidad.”
¿En qué consiste exactamente la herramienta BCOME?
Se trata de una plataforma que hace un análisis 360º de los productos textiles, midiendo la sostenibilidad social (personas), la sostenibilidad ambiental (planeta), la circularidad del producto y la transparencia. Es decir, no nos quedamos en el ciclo de vida si no que ofrecemos datos como, por ejemplo, una aproximación a los kilómetros que ha hecho la prenda hasta llegar al punto de venta, cuántas personas hay detrás de ésta, cuantos litros de agua o CO2 se ha consumido para su creación, etc. A nivel de la empresa esto va muy bien porque les permite ver exactamente dónde están sus oportunidades de mejora, y a nivel del consumidor final le ayuda a tener información muy clara para poder elegir si se quiere quedar con una prenda u otra en función de sus intereses personales por lo que respecta a la sostenibilidad.
“Se trata de una plataforma que hace un análisis 360º de los productos textiles, midiendo la sostenibilidad social, la sostenibilidad ambiental, la circularidad del producto y la transparencia.”
¿Y qué os diferencia de otros índices como el Higg Index de la Sustainable Apparel Coalition en el que están la mayoría de las grandes marcas de moda?
El Higg Index lo han creado justamente estas grandes marcas, que pueden moverlo con ciertos intereses. En cambio BCOME es totalmente independiente. Lo mismo puede pasar, incluso sin querer, con las certificaciones que crean algunos directorios de moda sostenible y marketplace. Además, el Higg Index en concreto es complicadísimo de interpretar, no solo para el consumidor si no para las propias marcas. Incluso algunas de ellas son clientas nuestras porque necesitan un sistema de medición y reporte más amigable.
Respecto a ello, ¿qué tipo de marcas están interesándose por vuestra propuesta?
A nivel geográfico, hemos empezado a trabajar sobre todo en el mercado español porque es el que tenemos más cerca y porque ya teníamos relaciones previas, pero realmente estamos viendo que la herramienta está interesando mucho a marcas del norte de Europa, puesto que tienen mucho más interiorizada la importancia de la sostenibilidad y también cuentan con más músculo financiero. Por lo que respecta al tipo de empresas, se han interesado por nosotras tanto empresas de moda sostenible en origen como aquellas que no lo son de entrada pero tienen un gran interés en medir dónde están y poder ir mejorando. En algunos casos hay marcas que están utilizando la herramienta a nivel interno y en cambio a otras les va genial para comunicar.
¿Y cuál es el elemento más complicado de analizar?
Lo mas complicado es que las marcas tengan controlada la cadena de valor. Muchas de ellas piensas que tienen un control completo, pero no es así. Por ejemplo, en muchas ocasiones no conocen la procedencia de sus hilos o de su materia prima. En este caso si hay información no declarada para no dejar los análisis a medias, utilizamos estimaciones de la media del mercado.
“La industria experimentará un cambio brutal y ya no se hablará de si un producto es sostenible o no porque todos lo serán en mayor o menor medida.”
¿Cómo veis el futuro?
Pues que hay un largo recorrido por delante en sostenibilidad. Nosotras mismas, que consideramos que sabemos mucho sobre el tema y estamos continuamente formándonos, estamos seguras que solo conocemos la punta del iceberg. En los próximos diez años serán una pasada por lo que respecta a innovaciones, nuevos materiales, procesos, etc. La industria experimentará un cambio brutal y ya no se hablará de si un producto es sostenible o no porque todos lo serán en mayor o menor medida.
Actualmente marcas de moda sostenible y no sostenible como Ecoalf, Camper, Bóboli, Organic Cotton Colours, Hemper o ThinkingMU ya están utilizando la herramienta de BCOME para conocer sus impactos ambientales y sociales. Más información en BCOME.
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