Bienestar y oncología

Estoy segura que alguna persona de tu entorno cercano está inmersa en un proceso de cáncer. O quizás tú misma. Y es que el año pasado, solo en España, se diagnosticaron, según el informe de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), alrededor de 270.000 casos. La buena noticia es que año tras año la supervivencia ante la enfermedad aumenta y la mortalidad disminuye. No quiero ahora mojarme con cifras porque difieren mucho de la tipología de cáncer, pero si te interesa esta información puedes encontrar datos exhaustivos en el último informe de la Sociedad Española de Oncología Médica.  

¿Y por qué te cuento todo esto? 

En primer lugar, porque me gustaría que el artículo de hoy sirviera para que normalicemos un poco más la enfermedad. Y es que algo que afecta a tantísimas personas y que cada vez tiene mejor pronóstico, no puede seguir siendo tabú. Además, solo con que realmente normalicemos la palabra, conseguiremos reducir el estrés psicológico que a muchas personas se les desencadena al tenerla cerca. Un estrés que, naturalmente, reduce la calidad de vida de los pacientes y de sus cuidadores. E, incluso hay estudios que concluyen que empeora los resultados clínicos. Obvio.

En segundo lugar, escribo este artículo porque me gustaría darte algunas herramientas para ayudarte a sentirte mejor. Las propuestas que siguen a continuación, adaptándolas en cada caso, tanto sirven para las personas enfermas de cáncer como para su entorno cercano. Ya que si quieres cuidar bien, primero te tienes que saber cuidar. 

La mayoría de ideas que te comparto están centradas, casi exclusivamente, en mis conocimientos como terapeuta facialista, pero debes saber que existen muchas otras herramientas para que te sientas mejor y vivas el proceso como esto, un proceso. En el listado menciono algunas, pero te animo a investigar.  No dejes toda la responsabilidad al médico y busca a otras personas especializadas para que te acompañen.

¿Vamos? 

Propuesta 1: Limpia tu piel 

Tú piel está muy sensible. Así que para la higiene diaria te recomiento un jabón sin jabón, un SYNDET (Synthetic Detergent). Te irá muy bien porque tiene un pH más afín al de la piel que los jabones convencionales –entre 5 y 7–, y ofrece una higiene mucho más suave y respetuosa, evitando las irritaciones.

Propuesta 2: Hidrata y calma tu piel 

Te encuentres en estadio que te encuentres, tu piel necesita estar muy bien hidratada. Asegúrate que la crema que utilizas es para pieles sensibles y delicadas y evita cremas con vaselinas y siliconas que no dejan que respire. Y si tiene perfumes (casi mejor que no), que estén al final de la lista de ingredientes (eso quiere decir que llevan muy poquitos). Aunque lo mejor, naturalmente, son los productos ecológicos. 

En el rostro puedes aplicar aceite de jojoba. Y en el cuerpo aceite de almendras o aguacate. Y si necesitas más hidratación, utiliza una crema de Urea de farmacia.

Estar hidratada te irá genial tanto para preparar la piel para el tratamiento, sentirte mejor durante (evitarás tiranteces y sensaciones innecesarias) y regenerarla después. Si lo necesitas, también aplícala en tu cabeza. 

En el caso de estar realizando radioterapia, utiliza la crema específica de farmacia, destinada para ese fin. Empieza a utilizarla en la zona que te van a radiar quince días antes de la primera radiación. Y continúa poniéndotela durante todas las sesiones de radio. Puedes añadir gotitas de aceite de caléndula ya que es calmante y regenerador de la epidermis.

Para los sarpullidos y picores, además de la caléndula, también te puede ir muy bien el aloe vera, o la rosa mosqueta.

Sé que animar a utilizar cosmética puede parecer frívolo o innecesario ante un tema como el cáncer, pero nada más lejos de la realidad. Ahora más que nunca necesitas confort. Y si eres cuidador o cuidadora, lo mismo te digo. 

Propuesta 3: Protege tu piel 

Al tener la piel muy sensible, es imprescindible que utilices fotoprotectores que te portejan al 100%. En ese sentido utiliza foto protector SFP 50+++. Mejor si es físico, pero si el que tienes es químico, no te preocupes, puesto aunque para el medio ambiente no es lo mejor, a tu piel no le influye demasiado ya que será lo último que aplicarás, tras las hidratantes y los aceites. Lo importante ahora es la protección. Y, naturalmente, evita ponerte al Sol. 

En caso de alopecia, utiliza los pañuelos y sombreros, pero sin olvidarte del fotoprotector, ya que los rayos solares lo traspasan todo. 

Propuesta 4: Déjate masajear

Años atrás se desaconsejaba totalmente hacer masajes a las personas que presentaban cáncer. Afortunadamente, esto ya ha quedado atrás. Todas necesitamos que nos toquen, nos acaricien, nos masajeen. Y una persona en un proceso de cáncer, más. Ciertamente, es muy importante preguntar al médico qué tipo de masaje te puedes realizar en función de la tipología de cáncer y el momento del proceso que te encuentres, pero si te dice que nunca y bajo ningún concepto, quizás puedes pedir una segunda opinión. Eso sí, evita que se masajee la zona tumoral y busca siempre que sean masajes suaves y antiestrés. Aquí lo importante es mimar. Y naturalmente, que el masaje siempre te lo realice una persona especializada.


Para saber más

Oncology Institute Asthetics


En pleno centro de Barcelona se encuentra el Oncology Institute Asthetics, un centro especializado en tratamientos de estética dirigidos a todas las personas que están atravesando por un proceso oncológico.

+ info.


Propuesta 5: Cuida tu cuerpo y tu mente

Más allá del cuidado de la piel, te recomiendo mucho que siempre que tu estado te lo permita, mantengas tu cuerpo activo. El yoga puede ser tu gran aliado. Y si nunca has probado, quizás ahora es un buen momento para experimentar. Te ayudará a desconectar, tranquilizar la mente y aprender a vivir mejor el aquí y el ahora. También es un buen momento para regalarte ese curso de mindfulness que hace tanto tiempo que tienes en mente Y si eres cuidador o cuidadora, casi que deberías practicar yoga o mindfulness como obligación. 

Propuesta 6: Cuida tu alimentación

No hace falta decir que, en gran parte, somos lo que comemos. Y aunque siempre deberíamos comer alimentos naturales y sin procesar y siempre que podamos, ecológicos, ahora esto es más importante que nunca. Acude a un especialista para que te de pautas concretas para que la alimentación facilite tu bienestar en este periodo en el que es tan importante que tu cuerpo esté súper en forma. 

Propuesta 7: Cuida el ambiente

Y finalmente, y aunque parezca tremendamente banal, el ambiente del que te rodees determinará mucho tu estado de ánimo. Utiliza un humidificador con aceites esenciales naturales como la lavanda, prende un incienso, pon música relajante, tómate una infusión, sumérgete en una lectura reconfortante, rodéate de personas que te quieran y a las que quieras, y ten una buena conversación.

Y piensa que todo esto, también pasará. 

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