Chile es un país con mucho que aportar para el turista, más aún si se trata de ecoturismo.
Chile tiene una diversidad de paisajes que contemplan más de la mitad de la costa del Pacífico continental, gran parte de la Cordillera de los Andes y el desierto más seco del mundo: Atacama.
Además, posee zonas boscosas super húmedas, glaciares en la Patagonia y la enigmática isla de Pascua. Todo un abanico de posibilidades para los amigos de la aventura.
Si bien la pandemia ha golpeado fuertemente el sector en el país, ha servido para potenciar el ecoturismo.
El Servicio Nacional de Turismo (CERNATUR) otorga el premio verde S-Stamp a los hoteles ecológicos para indicar que dicho alojamiento cumple con los estándares internacionales definidos por el Consejo Global de Turismo Sostenible (GSTC) y las prácticas de turismo sostenible descritas por la Organización Mundial de Turismo (OMT).
Además, en 2020 el país se quedó con cinco categorías en la última versión sudamericana de los World Travel Awards, incluidos los premios de Mejor Destino de 2020 y, por sexta vez consecutiva, de Mejor Destino de Turismo Aventura.
Son muchas las iniciativas para dar a conocer las riquezas naturales de Chile. Un país en superficie pequeño, pero de los más abundantes en flora y biodiversidad.
Sus parques nacionales y áreas protegidas abarcan casi 20 millones de hectáreas, esto es más del 20% del territorio del país, cuyo principal objetivo es mantener las especies de flora y fauna de especial interés educativo, científico y recreativo.
De hecho, al país se le reconoce por su geografía profundamente verde, una gran variedad de climas y numerosos ecosistemas.
En definitiva, Chile se encuentra desde hace muchos años en la senda para transformarse en una potencia de turismo verde, turismo sostenible o ecoturismo.
Mini guía de destinos para hacer ecoturismo en Chile
En el norte del país, el desierto de Atacama corona como el Mejor Destino Romántico de Sudamérica. Se extiende sobre 105 mil kilómetros cuadrados, y por más de 300 años no cayó una sola gota de lluvia en sus tierras.Pero por el fenómeno meteorológico de El Niño y a la corriente de Humboldt cada tantos años se produce el advenimiento de lluvias, creando una explosión de vida con las casi 200 especies de flores que dominan el paisaje, convirtiendo el lugar en una alfombra de colores.
En el centro del país, el clima de tipo mediterráneo y tierras fértiles es aprovechado para la agricultura de frutales, lo que se puede apreciar en el Parque Nacional La Campana.
Este parque es el hogar de la palma chilena (Jubaea chilensis), que rompe varios récords al ser la palmera más austral y longeva del planeta. Florece a los 60 años, puede llegar a vivir hasta los mil y tener el tronco de mayor grosor en su tipo (1.3 metros).
Este parque ha sido declarado por la UNESCO Reserva de la Biosfera, al ser el último bosque natural que conserva la palma chilena, especie endémica nacional.
Al sur del país se encuentran las grandes extensiones de bosques antiquísimos. Destacando la selva Valdiviana, uno de los primeros bosques que surgieron en la Tierra e icono a nivel mundial.
En la Reserva Costera Valdiviana, el Parque Nacional Alerce Costero y el Parque Oncol se pueden contemplar los diferentes endemismos de árboles, pues una de cada tres especies no se da en ningún otro lugar.
Por su gran trascendencia, organizaciones internacionales han intervenido para rescatar más de 50.000 hectáreas de selva valdiviana bajo un modelo de conservación que impacta positivamente en las comunidades locales.