A la espera de que el informe sea diseccionado por sus autores, el trabajo ya sirve para reflexionar acerca de lo que queda todavía de camino para lograr la equiparación real de los dos sexos. El hombre nunca verá su carrera profesional frenada por el hecho de tener hijos, mientras que la mujer tiene que desdoblarse y multiplicarse para compaginar la vida familiar con la vida laboral. Y por esto un 37% de las mujeres que son madres deciden aparcar el trabajo remunerado durante almenos el primer año de vida del bebé.
Más de la mitad de jóvenes entrevistadas para este informe, creen que las obligaciones familiares y domésticas las impide seguir con su carrera profesional trabajando fuera de casa. Las mujeres cuando están trabajando piensan en la familia, organizan los deberes, las cenas, los baños y son ellas las que adaptan sus agendas para compaginar el ámbito familiar y profesional.
¿Alguien puede imaginarse a un hombre que, al poco de estrenarse en la paternidad, se presenta en su lugar de trabajo para pedir el finiquito alegando que tiene serias dificultades para compaginar su vida laboral con la familiar?