Soy Cristina del blog Se Llama Estilo. Hoy Magy me deja su blog (su casa) y tengo el honor de estar aquí con vosotros. Como sabéis tenemos un montón de cosas preparadas para #OctubreMesDeMinimalismo, y una de ellas es la de explicaros mis 5 razones para ser minimalista.
En mi entrada del día 4 hay una pequeña introducción sobre lo que entiendo en cuanto a vida minimalista pero resumiendo mucho os diré mi frase favorita.
No es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita
Aquí, mis 5 razones:
1. RODEARTE DE LO QUE TE HACE FELIZ
Hace más de un año que mi vida cambio completamente en cuanto a trabajo, relación sentimental y varios factores importantes. Estos cambios hicieron que me plantearan realmente qué es lo que quería y la respuesta era “quiero ser feliz”.
Desde entonces me rodeo de lo que realmente me hace feliz. Por eso tengo enmarcadas las fotos que me hacen feliz, no guardo cosas que me recuerden a mi vida anterior y que me entristezcan, no acumulo revistas innecesarias ni ropa que no me sienta bien.
De esta manera lo que tengo me hace feliz. Y no solo a nivel material sino que evito las “personas toxicas” o las que hacen daño, no las quiero, ni las situaciones incómodas y por supuesto evito hacer daño a los demás o crear situaciones molestas.
2. MEDIO AMBIENTE
Para mí ser minimalista implica tener conciencia del medio ambiente. Al bajar el consumo de las cosas innecesarias reducimos el impacto medio ambiental. Me preocupo por comprar a granel y evitar envases. Prefiero las tiendas de barrio con productos de proximidad, que comer pescado del otro lado del mundo. (Más sano, más fresco = menos contaminación).
Reciclar no es suficiente. Evidentemente que no reciclar no es comprensible, ya que si tenemos los medios debemos utilizarlos. Pero creo que debemos ir un paso más allá y evitar tantos envases.
Utilizo el coche solo cuando es necesario. Donde vivo voy andando a todos los sitios y si tengo que desplazarme prefiero el transporte público. Me gusta utilizarlo, disfrutar del trayecto y evitar las colas para entrar a la ciudad y llegar malhumorada a mi destino. Tardo más, eso es cierto, pero gano calidad de vida y buen humor.
Parecen tonterías, y puede que lo sean, pero me hacen sentir mejor. Pienso que si todos hiciéramos estos pequeños gestos nuestro planeta estaría mejor.
La batalla del medio ambiente es difícil de ganar, hay que cambiar la manera de pensar (resetearse) y las grandes empresas que son las que más contaminan deberían implantar más medidas en su manera de gestionarse y de gestionar sus residuos y su impacto medioambiental.
Es cierto que solo somos una pieza en este engranaje pero todos jugamos un papel importante, y debemos aportar nuestro granito de arena.
3. FOCALIZAR LOS OBJETIVOS
En mi caso ser minimalista me ayuda a focalizar mis objetivos. El no tener tanto ruido a mi alrededor de cosas y de obligaciones innecesarias, hace que tenga más claro lo que quiero. Y de esta manera me aseguro de estudiar qué quiero y cómo conseguirlo.
Si lo que quiero es hacer más deporte, o leer más o cambiar de trabajo… desde lo más simple a lo más complejo sé que solo tengo que dedicar tiempo a conseguirlo. Antes tenía tantas cosas que me distraían y tantas obligaciones que no me dejaban tener tiempo para mí. Estaba dispersa, no me marcaba objetivos claros.
Es sorprenderte como al tener solo lo necesario tienes mucho más claro lo que quieres en tu vida.
4. UNA CASA SIMPLE, UNA LIMPIEZA RÁPIDA
Tener menos cosas ha hecho que todo tenga su sitio, todo esta ordenado y lo encuentro todo en un momento, pero además limpiar es mucho más rápido y fácil.
Tengo la ropa que necesito por lo que no me da tiempo a acumular montones de ropa sucia para darme cuenta de que tengo que hacer la colada. La casa se ve más ligera y ordenada, y eso hace que me sienta mejor en ella. A la hora de limpiar no hay que mover un montón de cosas, ya que no hay una acumulación.
Es fácil mantener el orden y la limpieza, sin tener que dedicar horas de un solo día para acabar destrozado y de mal humor.
5. VIDA SLOW
Disfrutar de cada momento en cada momento y sin prisas.
Antes era una persona ansiosa, pensando en tengo que conseguir esto o aquello. Ahora disfruto del proceso de los cambios en la vida, que una tarde de lluvia puede ser perfecta para hacer un encuentro en casa con amigos y disfrutar de una copa de vino. Que no es necesario una vacaciones en el hotel más lujoso para ser feliz, y que ahora mismo a mí me compensa más una ruta con mochila disfrutando del viaje y de conocer a gente en el camino.
Como sabéis este post forma parte de #OctubreMesDeMinimalismo, no os perdáis todas las entradas que tenemos preparadas a lo largo de este mes.
Cada persona tiene sus razones, y éstas son las mías y no son ni mejor ni peor que las de nadie. ¿Compartes conmigo algunas de ellas? ¿Tienes una diferente?
Explícanoslo en los comentarios.
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