El desodorante, uno de los productos de cosmética que más me ha costado encontrar la alternativa sostenible. Puede que debido a que, a pesar de leer reviews de cientos de productos y probar otros tantos de recetas, es un cosmético muy personal y difícil de encontrar el adecuado que encaje con mis peculiaridades y gustos.
¡Pero amigos! Creo haber encontrado la receta ideal que se adecua a mis necesidades y he de dar las gracias a que publicó su receta en Instagram y de la cual he hecho una adaptación.
En primer lugar, he de poner la receta en contexto para entender por qué a mí me funciona: Vivo en Inglaterra y es cierto que, debido al clima, no sudo tanto como lo hacía en España. Pero soy una persona que considero que suda al mínimo ejercicio y no he nacido con la suerte de oler a rosas.
He estado probado esta receta desde enero y tras un mes de mucho calor, aquí en tierras inglesas, creo que estoy lista para dar mi veredicto y compartir con vosotros mi experiencia.
Ingredientes
Para 100 gr de producto
- 4 cucharadas de manteca de Karité
- 2 cucharadas de aceite de coco
- 1 cucharada de harina de maíz
- 1 cucharada de bicarbonato de sodio
- 5 gotas de aceite de árbol de té
- 10 gotas de aceite de lavanda u otro aroma que te guste
1. Como la manteca de karité y el aceite de coco están solidos (si vives en un clima cálido este último se encontrará líquido) vamos a derretirlo al baño maría para que se mezclen mejor los ingredientes Primero derretimos la manteca de karité y segundo el aceite de coco.
2. Vamos integrando poco a poco a la mezcla los ingredientes sólidos a la vez que removemos.
3. Por último añadimos los aceite esenciales y vertemos la mezcla en el contenedor al que vayamos a guardar
4. Dejamos enfriar a temperatura ambiente o en frigorífico y ¡listo!
Opinión
Si queréis saber el motivo que me llevo a remplazar mi desodorante y a experimentar más, leer el siguiente post de Cualquier Cosita es Cariño
Lo que me gusta de esta receta es la textura cremosa que se queda y que no me reseca las axilas como otras que he probado. Además, el olor a lavanda es agradable sin ser tan fuerte como otros productos. El único contra que le veo es que, cuando llevo prendas blancas, deja marcas amarillas de ropa por el sudor, pero estas manchas son fáciles de quitar en la lavadora por los ingredientes naturales que contiene, no como los desodorantes comerciales que dejan redondeles amarillos de por vida.
Como todo en esta vida puede que esta receta te funcione o no, o simplemente te inspire para crear tu propio desodorante. Prueba, experimenta y comparte tus mejoras.
Pd: De sentido común, pero si notas cualquier reacción desfavorable para de utilizarlo. He leído diversos comentarios de personas que el bicarbonato le provoca irritación o sequedad.