La Navidad es una de nuestras épocas del año favoritas. Antes, solíamos temer estas fechas porque siempre nos recordaban el poco dinero que tenemos, las cosas que nos faltan y los viajes que no podemos permitirnos. Además, antes la Navidad era sinónimo de cosas que nos incomodaban: la obligación social de comprar regalos, los centros comerciales masificados, los pagos de las tarjetas de crédito, el hastío de recibir los típicos regalos que no te gustan pero que tendrás que ponerte o usar igualmente “para no hacer un feo”… Pero la Navidad ha cambiado para nosotros, y ahora la disfrutamos a tope. ¿Cómo lo hemos hecho? ¡La hemos frugalizado! Así es, nos las hemos arreglado para eliminar el consumismo de la celebración más consumista del año. Y tú también puedes hacerlo. No se trata de pasarte las fiestas encerrado en un zulo oscuro sin decoraciones, dulces ni regalos, ¡al contrario! Se trata de optimizar y usar tu creatividad en lugar de tu tarjeta de crédito. ¡Únete a nosotros en este acto de rebeldía creativa para decepcionar a la industria del consumo y dar plantón a la economía!
1. Postales de Navidad digitales, personalizadas y gratis
No compres postales de Navidad. Por bonitas que sean, las postales que compres tienen diseños prefabricados con mensajes genéricos que no significan nada. A tus amistades y familiares les hará mucha más ilusión que les crees una postal personalizada. Puedes hacerlo con cualquier material: cartulinas, papel reciclado, recortes de revistas, poemas favoritos, fotografías de familia… A mí me gusta hacerlas digitales para ahorrar papel (¡el planeta se muere, chicos!). Uso una plataforma gratuita (como Canva o Paperless Post) que me permite usar todo tipo de imágenes, incluyendo mis propias fotografías. Cada año, nos sacamos una foto delante del árbol y la usamos para hacer postales navideñas personalizadas.
Nuestra postal casera de la Navidad del 2016 (caras cubiertas para mantener el misterioso anonimato)
2. Decoraciones navideñas y árbol de Navidad
Hay una gran división de opiniones sobre el tema del árbol de Navidad. ¿Natural o artificial? Cada uno tiene sus pros y sus contras.
Si es natural, debe provenir de una “granja de árboles navideños” donde son cultivados para este fin. Si no es así, existe un conflicto ético hacia el medio ambiente. Puede, además, ser de los que vienen con raíces para volver a plantarse después de las fiestas. Pros: huelen a pura magia navideña y son mucho más bonitos. Contras: son carísimos, duran unas pocas semanas y tienes que estar limpiando las hojas secas del suelo cada dos por tres.
Los artificiales no huelen tan bien ni son tan elegantes, aunque los hay de muy bonitos. Pros: se pueden comprar de segunda mano y duran varios años. Contras: se fabrican en lugares como China donde tanto la producción como la mano de obra tiene cero garantías, y al cabo de los años terminan igualmente en un montón de basura irreciclable.
¡Pero hay más alternativas! No tienes por qué suscribirte a una de estas dos filosofías. Echa un vistazo a nuestro tablón de Pinterest para descubrir un montón de ideas originales para hacer árboles de Navidad únicos, low cost y totalmente personales.
Adornos de Navidad improvisados y caseros usando objetos cotidianos.
Lo mismo ocurre con los adornos. Puedes hacerlos tú mismo, comprarlos de segunda mano o reutilizar los que otras personas ya no quieran. ¡Incluso puedes usar objetos cotidianos! Échale imaginación y crea una Navidad personal lejos de la parafernalia genérica fabricada en masa.
3. Menú de Navidad
Yo crecí en una familia que tiraba la casa por la ventana con el menú navideño. Múltiples aperitivos, mariscos, carnes, dos platos, postres, turrones, licores, frutos secos, polvorones… Aunque tengo recuerdos muy entrañables de las navidades en mi familia, lo cierto es que nos quedábamos sin blanca y mi madre estaba metida en la cocina varios días antes. Recuerdo que solía levantarme a las 11 o las 12 el día 25 (porque el 24 por la noche salía de fiesta con mis amigas), y encontraba a mi madre sudorosa y agotada en la cocina preparando mil platos a la vez, esperándome con una montaña de fruta para pelar para hacer la macedonia que iba a servir antes de los turrones. Todo lo que ella hace es delicioso, pero los comensales terminaban tan llenos que tenían que echarse en el sofá un rato. Creo que, optimizando los recursos, se hubieran podido evitar muchas “cuestas de enero” y, en lugar de pasarse días en la cocina, quizá mi madre hubiera podido disfrutar más de la celebración con los demás y estar más descansada.
¿Cómo lo hacemos ahora? Hemos adoptado la tradición americana del “potluck”. El potluck consiste en que cada invitado trae algo de preparación casera. Para Navidad, lo organizamos con antelación y asignamos tareas. Una persona prepara una olla de almejas con salsa, otra prepara unos calamares en su tinta, nosotros asamos una pierna de cordero, alguien trae turrones y dulces, otra persona trae alguna botella de vino, cava o licor… Y así todos colaboramos. Nadie tiene que quedarse en números rojos ni pasarse días metido en la cocina y todos contribuimos.
4. Los regalos
Hace tiempo que en nuestra familia no nos hacemos regalos “de tienda”. Pero nos hacemos regalos cada año. Nuestros regalos son cosas hechas a mano, normalmente comestibles: mermeladas caseras, panes artesanales, bizcochos, galletas, aceites infusionados con hierbas, etc. El año pasado hice un montón de sirope de lavanda, lo coloqué en jarritos para mermelada y lo adorné con unas etiquetas hechas a mano. Cada miembro de mi familia se llevó uno de regalo, y todavía casi un año después me llegan comentarios del sabor único que tiene mi sirope.
Galletas caseras de jengibre y canela que regalé a mi familia en la Navidad del 2015.
Mi suegra hace mermeladas, y las hace tan bien que nunca me atrevería a competir con ella. El año pasado nos hizo una cestita con tres mermeladas diferentes: Naranja y cardamomo, ciruelas y albaricoque. Las jarritas estaban decoradas de forma muy sencilla y rústica. Y ese fue nuestro regalo.
Para nosotros es más especial recibir un regalo en el cual se ha volcado tiempo, amor y dedicación. No existen otros ejemplares como los nuestros, son regalos únicos pensados especialmente para nosotros. Eso transmite más amor y más cariño que algo que se ha comprado en una tienda, con prisas, colas y agobios (“y un tiquet regalo dentro, por si quieres cambiarlo”). Echa un vistazo a nuestro tablón de Pinterest para inspirarte a hacer regalos únicos hechos por ti.
“¿Y qué pasa con los niños?” – te estarás preguntando.
“A los niños no les hará ninguna gracia un tarro de mermelada de naranja con cardamomo” – dirás. Y tienes razón. Hace un par de semanas, una lectora del blog (¡hola, Mónica!) me escribió y me contó cómo gestionan los regalos en su familia. Me pareció muy interesante y creo que todos podríamos aprender de su idea. En su familia los adultos no reciben regalos. Estar juntos es suficiente regalo. Pero tienen un niño pequeño y, obviamente, quieren que él pueda experimentar la magia de la Navidad con regalos incluidos. Pero, en lugar de dejar que el niño reciba una avalancha de regalos de parte de la familia, sus padres lo han limitado a 3 regalos por año.
¿Por qué limitar los regalos es una buena estrategia? Por un lado, fomenta una cultura minimalista y frugal, cuidando las finanzas familiares y minimizando el consumo desmedido. Por otro lado, contribuye a educar al niño para que aprecie lo que tiene en lugar de centrarse en lo que le falta. Está demostrado que los niños que tienen más juguetes pasan menos tiempo jugando con cada uno y profundizan menos en las posibilidades de cada juguete. También se cansan antes y quieren cosas nuevas más rápido. En cambio, los niños que tienen menos juguetes juegan más tiempo con cada uno; y son más agradecidos y felices, porque no miden la felicidad en base a lo que les falta, si no a lo que tienen. ¡Quiero felicitar a esta lectora por fomentar estos valores tan importantes en su familia! Si tienes niños y no sabes cómo gestionar la avalancha de regalos, piensa en hacerlo como Mónica. Yo, desde luego, lo haré cuando mi peque tenga edad para desenvolver regalos.
Considera también hacerles regalos de segunda mano, Además, regalar cosas usadas a los niños también fomenta valores que serán importantes en su madurez. Del mismo modo, toda edad es buena para recibir regalos de fabricación casera, y para animarles a que creen cosas con manualidades para regalar a la familia. ¡Les encanta sentirse parte de las tradiciones y dedicar tiempo a crear algo para ti! Solo tienes que darles esa oportunidad. Tenemos un tablón de Pinterest con varias ideas sensacionales.
Y tú, ¿cómo celebras estas fiestas? ¡Déjanos un comentario!