Los aceites esenciales y extractos derivados y pertenecientes a plantas del género citronela, originaria de Asia, son comúnmente utilizados como ingredientes de origen natural empleados en la elaboración de diferentes tipos de repelentes de mosquitos que se comercializan en diversas presentaciones principalmente en Europa y América del Norte. Se estima que la acción de este tipo de repelente consiste en producir en los insectos un efecto desagradable y un bloqueo en sus terminaciones sensitivas.
De acuerdo con algunas publicaciones especializadas, fue utilizado por el ejército de la India para repeler los mosquitos a principios del siglo pasado y posteriormente fue adoptado y registrado para su uso comercial en los Estados Unidos de América. Hoy en día, la citronela es uno de los repelentes naturales más utilizados en el mercado, que se utilizan en concentraciones de 5-10%. Esta cifra es menor que la mayoría de los repelentes comerciales, sin embargo los expertos advierten que concentraciones mayores podrían causar sensibilidad en la piel. Si bien se estima que en principio los repelentes a base de citronela sólo protegen de los mosquitos por cerca de dos horas, la formulación del repelente de cada marca en el mercado en especial, esta en función del uso de las diversas tecnologías, mismas que han permitido que las tasas de liberación sea un poco más lenta, prolongando con ello el tiempo de protección. En las zonas geográficas consideradas como endémicas hoy en día, el uso de citronela es considerada una efectiva y natural forma de evitar las picaduras de mosquitos y con ella proporcionar una protección importante y básica contra los estragos de enfermedades transmitidas por sus picaduras.
Actualmente, la citronela es ampliamente usada como una medicina herbal para el tratamiento de ciertos dolores y espasmos musculares.
Los especialistas advierten que previo al empleo de cualquier repelente de insectos, en mujeres embarazadas o en estado de lactancia, así como su aplicación a niños de cualquier edad, se debe de solicitar necesariamente la previa opinión profesional de su Médico y abstenerse de utilizar cualquier solución elaborada en base de cualquier ingrediente, tanto natural como químico.
Consulte regularmente con el médico a fin de obtener la mejor asesoría profesional.