Durante el estado de alarma que comenzó a mediados de marzo, la recogida de residuos a seguido funcionando, pero dos efectos de la pandemia como el aumento de un 300 % de los desechos sanitarios y el incremento del plástico de un solo uso para minimizar contagios por contacto de superficie, dificultan que se cumplan las metas marcadas por la UE para el impulso del reciclaje. Lo más probable es que este año no se alcance la meta de reutilización del 50 % de los residuos municipales.
El Ministerio de Sanidad ordenó la incineración y el vertido de la basura procedente de hospitales, hogares y residencias con positivos o en aislamiento por COVID-19, así como también su almacenamiento o quema en hornos de cementeras. Carlos Arribas, responsable de residuos de Ecologistas en Acción, ante el gran aumento de desechos sanitarios que han colapsado las pocas plantas que existen en el territorio nacional, propone la desinfección por vapor como la mejor opción, ya que es menos contaminante que la incineración.
Ante el coronavirus, la gestión de residuos adquiere un carácter de servicio público para salvaguardar impactos negativos sobre el medio ambiente y reducir posibles contagios
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Aumento de desechos plásticos durante la pandemia
Residuos municipales
Por un lado los residuos municipales han disminuido entre un 10 % y 30 % debido a la paralización de la actividad económica, lo que ha provocado la desaparición de los residuos procedentes de establecimientos comerciales. Pero por otro lado, los elementos de composición plástica como los guantes de látex, altamente utilizados para prevenir contagios, no son recogidos ni tratados y en su mayor parte acaban en vertederos o incinerados.
El gobierno central en su Boletín Oficial del Estado (BOE) detalló las instrucciones específicas para las personas en hogares afectados por la covid-19, donde destaca el uso de bolsas con cierre hermético dentro de un cubo de basura con tapa y pedal, dispuesto en la misma habitación donde el paciente se encuentra confinado, y no es recomendable que se realice ninguna separación para el reciclaje. La bolsa una vez cerrada herméticamente, se debe introducir en otra bolsa donde se depositarán los guantes y mascarillas utilizadas por el cuidador, y la misma se cerrará adecuadamente antes de salir de la habitación. Esta posteriormente, debe ser tirada en el contenedor de restos y no en los contendores amarillo, azul o verde, así evitamos el contacto con los trabajadores de recogida y los de las plantas de selección.
Comparaciones con la UE
Pero aunque las instrucciones del BOE contribuyan a la reducción de posibles contagios, estos residuos se eliminan posteriormente en un vertedero o incineradora lo que afecta negativamente al medio ambiente.
España es el país de la UE que vierte una mayor cantidad de residuos vertederos: un total de 12 millones de toneladas anuales. Por eso es necesario que demos el salto a la valorización energética del residuo como en el caso de Suecia, que recicla el 99 % de su basura para producir energía.
Es importante dar pasos hacia la sostenibilidad a través de soluciones pragmáticas, lo que sí está claro es que para 2035, la Unión Europea exigirá que el 65 % de los residuos sean reciclados y los vertederos supongan, como máximo, el destino final del 10 %.