La diversidad animal está cada vez más amenazada y se estima que en Europa ha disminuido en un 30 %, lo que puede traer como consecuencia efectos muy catastróficos para el funcionamiento de los ecosistemas.
Según datos recabados de 50.000 vertebrados,distribuidos en seis reinos biogeográficos, se muestra que existe una pérdida de especies que se encuentran amenazadas, principalmente en Europa y Asia.
Estos resultados buscan establecer áreas con prioridades para mitigar y detener esta situación, esto de la mano con la conservación y protección de las especies, las cuales brindan funciones ecológicas únicas en la zona.
La cantidad de especies de vertebrados localizados en diferentes hábitats de las regiones del mundo es variable, un ejemplo de esto es las zonas tropicales, donde existen mayor porcentaje de especies amenazadas de lo que se espera dada a la gran diversidad animal existente.
Todo esto supone que existe mayor vulnerabilidad en los ecosistemas de esas áreas frente a la pérdida indiscriminada de dichas especies, lo que no sólo repercute en la importancia per sé de la cantidad de especies sino de su papel dentro del ciclo ecológico.
La importancia dentro de los ecosistemas dependerá de las características de las especies, su tamaño, peso, forma, capacidad reproductiva o el recurso alimenticio que utilizan. En este caso se pueden presentar dos situaciones:
Si la especie amenazada tiene características afines a las especies no amenazadas, la pérdida de funciones debida a la extinción de las especies amenazadas podría ser compensada por otras especies.
Si las especies amenazadas tienen características únicas, su pérdida puede tener un efecto dramático en el funcionamiento de los ecosistemas y en los servicios que proporcionan al bienestar humano.
En ambos casos el impacto de la diversidad animal puede ser determinante en el funcionamiento y en equilibrio ecosistémico de una región, afectando negativamente y alterando el ciclo normal del medio ambiente.
En este sentido, un grupo de investigadores de la Universidad de Tartu y la Universidad Paul-Sabatier, en Francia, recabaron datos de las principales características de 50.000 especies de vertebrados, lo que representa aproximadamente un 70 % de todos los vertebrados y su presencia espacial en los seis principales reinos biogeográficos.
Todo esto con la finalidad de comprender cómo las diferentes regiones del mundo podrían verse afectadas funcionalmente por la pérdida de vertebrados amenazados, entendiendo que existe un impacto real en la diversidad funcional en cada reino biogeográfico y que este tiene un impacto para cada grupo de vertebrados.
Gracias a esto, Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), estableció que la pérdida de especies de los cinco grupos de vertebrados (aves, mamíferos, reptiles, anfibios y peces de agua dulce) causaría efectos muy diferentes, los cuales van desde una disminución casi nula hasta una pérdida de hasta el 30 % de la diversidad funcional de los reinos.
De esta manera, el reino indo-malayo es el que se vería más afectado por la pérdida de especies amenazadas para los mamíferos y las aves, siendo esta hasta de un 20 % en cuanto a la disminución de la diversidad funcional.
Por otra parte se encuentra el reino paleártico, donde solo el efecto se notaría para los reptiles, los anfibios y los peces de agua dulce con un 30 % de disminución.