Sí, puesto que primeramente de la gran cantidad de seres vivos, los invertebrados conforman la mayor proporción aproximadamente el 99 % de las especies del mundo.
Pero esta realidad ha ido disminuyendo por la sorprendente escasez de información que tenemos sobre este enorme conjunto de organismos, el cual realiza un sinfín de funciones importantes para el desarrollo del ser humano. Un ejemplo de ello es la polinización de las flores que es gracias a las abejas y las polillas.
Existen otras funciones ecológicas de gran envergadura como la descomposición de materia orgánica, lo que sirve como recurso alimenticio de importancia para aves, mamíferos, reptiles y anfibios.
El desconocimiento sobre la biodiversidad cada vez afecta más a las poblaciones más frágiles en donde sus ecosistemas son fáciles de irrumpir y este es el caso de la polilla perteneciente a la familia Saturniidae, conocida comúnmente como pilla luna andina (Cercophana frauenfeldii).
De esta especie se sabía muy poco, lo único que se conocía era su estado larval y su capullo, pero en investigaciones recientes se ha podido determinar la morfología del huevo y de todos sus estados larvales, así como también aspectos de su ciclo de vida a lo largo del año.
Adicional a ello, se incluyeron nuevos registros sobre su distribución geográfica y de sus plantas hospederas, siendo esto relevante para la conservación, debido a que tres especies de árboles de las que se alimenta la larva y que es la más importante para la polilla, tiene una distribución restringida ubicadas en zonas costeras centro y sur de Chile y que en la actualidad se encuentran en vías de extinción.
Esta importante investigación también dio a conocer que estas tres especies de árboles son exclusivos del antiguo linaje dentro de las angiospermas, lo que sugiere que este invertebrado tuvo su origen hace 100 millones de años en el supercontinente Gondwana.
Por su parte, se conoce que la polilla Cercophana frauenfeldii deposita sus huevos de manera aislada en las hojas de los árboles que están en extinción (Gomortega keule), y a medida que se va desarrollando se alimenta de esas mismas hojas.
Además, estas especies de árboles son hábitats endémicos de un ecosistema particular que forma parte de un área denominada prioritaria para la biodiversidad mundial el cual es conocido como el bosque valdiviano chileno con lluvias invernales.
Estos bosques no solo viven las polillas, sino que también sobreviven es el hogar de numerosas especies endémicas de insectos, moluscos, vertebrados, hongos y plantas, los cuales son importantes debido a la restricción geográficas de ellos, por eso la importancia de la conservación de este ecosistema, para Chile y para el mundo.