Los arrecifes de coral son estructuras subacuáticas hechas de carbonato de calcio que es secretado por los corales y formado por colonias de corales que viven en el mar. Los arrecifes son llamados selvas del mar ya que forman un ecosistema en donde forma un hábitat para el desarrollo de múltiples especies de peces, moluscos, crustáceos, esponjas, etc.; Los arrecifes de coral normalmente se encuentran en aguas tropicales a relativa baja profundidad, sin embargo a menor escala algunos se sitúan en aguas profundas y en aguas frías.
Los arrecifes sirven de barrera para la protección de los manglares y de la vegetación marina, fomentando la reproducción de la gran diversidad de plantas.
Los arrecifes son frágiles y muy sensibles a los cambios de clima, de ahí que son afectadas por el cambio climático, por lo que se les considera se encuentran en peligro de extinción, además del exceso de explosivos, la excesiva pesca y la contaminación del agua en general.
Es de mencionar el arrecife de coral conocido como la Gran Barrera Arrecifal Australiana, la cual es la única construcción no humana que puede verse desde el espacio. El segundo más grande del mundo se encuentra en mesoamérica, comienza cerca de Cancún en México y se extiende por más de 1,000 kilómetros pasando por Belice, Guatemala y Honduras. En virtud de que miles de otras especies crecen y se desarrollan en los arrecifes, estos ecosistemas son de los más representativos del planeta.
La edad que estiman los científicos que pueden llegar a tener los arrecifes de coral para su desarrollo es de al menos de 10,000 años, debido a que su crecimiento es muy lento.
Diversos informes mundiales alertan a los ciudadanos del mundo de la importancia vital para la conservación de estos ecosistemas naturales para la vida del planeta tierra.