El alimento base de esta dieta es la batata morada, a diferencia de otras dietas asiáticas como la china y la japonesa en donde el alimento base es el arroz. A la batata se unen otras verduras, legumbres, hierbas y algas alimenticias, así como productos a base de soja. Adicionalmente lleva proteína animal, pero en baja proporción bajo la forma de carne de pescado y en menor grado carne de cerdo (magro).
Una típica comida okinawense comienza con la sopa miso preparada a la manera de Okinawa, sería el primer plato de entrada. Esta sopa no es más que un caldo a base de pescado con puerros y cebolletas en su versión básica japonesa; los okinawenses le incorporan trozos de carne de pescado o cerdo, tofu y otras verduras.
El plato principal es un salteado de vegetales compuesto por melón amargo, brotes de bambú y repollo, empleando poca cantidad de grasa y saborizado con caldo de pescado (bonito). Otros salteados llevan un tipo de rábano grande que ellos llaman daikon, zanahorias, calabazas, quimbombó chino, entre otros. Las papayas están presente como fruta de mesa o integrada a algunos platos. Las guarniciones la componen algas conocidas por ellos como kombu.
La bebida asociada a estas comidas es un té de jazmín que ellos le llaman sanpin. Hay que recalcar que la batata morada está siempre presente
Esto hace que esta dieta sea muy baja en grasas, tenga un bajo contenido de carbohidratos simples, ausencia de azúcar refinado y otros carbohidratos procesados; pero posee muchos carbohidratos complejos de bajo índice glucémico. La fuente proteica es en mayor proporción vegetal que animal. Muy rica en antioxidantes y fitonutrientes. La ingesta calórica es baja, al igual que la de productos lácteos. Baja en colesterol y sodio. Alta en fibra dietética.
No se puede considerar como una dieta completamente vegetariana, solamente es que el consumo de carne es menor dentro de su composición.
La longevidad de los habitantes de Okinawa fue lo que más llamó la atención, es lo que los especialistas llaman una zona azul (regiones en el mundo donde sus habitantes son longevos). No sufren de problemas cardiovasculares ni de sobrepeso, menos aún de obesidad, ni diabetes tipo II, ni cáncer; tampoco presentan las enfermedades degenerativas de la edad como Alzheimer y Parkinson. Es muy característico que las personas aparentan tener menor edad de la que tienen cronológicamente.
Las personas mayores de Okinawa son las más saludables del mundo, pero tenemos que entender que no solo su longevidad está asociada exclusivamente a su dieta tradicional, limitada a la disponibilidad de alimentos propios de la isla y considerada como uno de las más saludables junto con la dieta mediterránea, también a patrones culturales de vida así como factores genéticos intrínsecos y condiciones climáticas que favorecen esta condición.
Lo que sí podemos es incorporar en nuestra dieta, hasta donde sea posible, los alimentos fundamentales de los okinawenses y adaptar las recetas de sus diferentes platos a nuestra disponibilidad en el mundo occidental, lo cual ya están a nuestro alcance. Junto a todo esto, cambiar progresivamente el estilo de vida acelerado por uno más sosegado, más actividad física, más contacto con los ambientes naturales, reducir el consumo de alcohol y definitivamente dejar el cigarrillo.
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Pedro Churion l Redactor Especialista