La dieta evolutiva o conocida como dieta paleolítica, consiste en un plan nutricional que se basa en la alimentación silvestre compuesta por vegetales y frutas, tal como lo hacían los hombres primitivos en el período paleolítico. Los que apoyan este tipo de alimentación, aseguran que biológicamente el ser humano no ha evolucionado, y por lo tanto, es capaz de consumir lo mismo que se ingería en esa época.
Los beneficios de esta dieta especializada no sólo se ven reflejados en nuestro organismo, sino en nuestro estado anímico y en la composición física. En este sentido, muchos la recomiendan porque no es radical, y no altera en absoluto el funcionamiento normal del cuerpo. Esta forma de alimentación ayuda a prevenir enfermedades que incluyen las degenerativas y las terminales.
En resumen, la dieta evolutiva te permitirá prevenir la obesidad, la hipertensión, la diabetes, entre otras enfermedades. Sumado a eso, muchos aseguran que la dieta está constituida solamente por las frutas y verduras, pero otros mencionan que también es posible comer carnes y pescados.
En parte, esta excepción se realiza porque tanto la carne como el pescado, aportan múltiples beneficios para el organismo que no se cubren mediante el consumo únicamente de frutas y verduras. Esto quiere decir que la dieta evolutiva aparte de traer grandes beneficios para el hombre, también trae desventajas como la eliminación de la carne en la dieta.
Aquí te explicaremos las principales consecuencias, tanto positivas como negativas, que puede ocasionar en tu cuerpo la eliminación de las carnes en la dieta evolutiva.
Principales consecuencias de eliminar el consumo de carne
1 – Negativas
Te ocasiona la falta de algunas vitaminas esenciales como la B12. Esta vitamina en particular es necesaria pues ayuda a la formación de los glóbulos rojos. A pesar de conseguirla en algunas verduras, la carne es lo único que aporta la suficiente cantidad de B12 que necesita tu cuerpo.
Estás eliminando una fuente de proteínas. Este punto es interesante, porque hay muchos expertos que aseveran que la carne es la única capaz de aportar proteínas completas. En consecuencia, para lograr alcanzar la cantidad requerida de proteínas sin consumir carne, es necesario comer muchas verduras.
Si no consumes el 20% de tus calorías mensuales en base a carnes magras, puedes generar deficiencias en tu organismo. Así lo indica el Departamento de Salud de los Estados Unidos.
2 – Positivas
Mejora tu digestión. Esto se debe a que a través de las verduras y frutas, se obtienen mayores cantidades de fibra, lo que permite mejorar el tránsito intestinal.
Bajas de peso debido a la eliminación de las grasas saturadas de la carne.
Tu olor corporal mejora. De acuerdo a un estudio publicado en la revista Chemical Senses, las personas que no consumen carnes tienden a tener un olor corporal más placentero.
Estas son algunas de las principales consecuencias que se pueden apreciar en las personas que dejan a un lado el consumo de la carne en la aplicación de la dieta evolutiva. Cabe destacar, que a muchas personas les cuesta adaptarse a ese nuevo estilo de vida, por lo que te brindaremos una rutina sencilla que puedes seguir cada día hasta que tu organismo se acostumbre a ingerir puras frutas y verduras.
Rutina de alimentación sin carne
Mañana
Lo primero que debes hacer es tomar al menos un vaso de agua. Acto seguido, desayuna frutas en porciones moderadas, acompañadas con un huevo para que te aporte la energía suficiente en el día.
A este desayuno no le puedes añadir ningún tipo de azúcar o endulzante, ya que la fruta por sí misma posee azúcar natural que es sana para tu cuerpo. Luego de eso, en el transcurso de la mañana te recomendamos ingerir algo crudo cada 30-40 minutos, ya sea un vegetal u otra fruta, junto con mucha agua o té verde. De esta manera controlas la ansiedad con el pasar de las horas.
Mediodía
Se recomienda almorzar un porcentaje de 80% de vegetales u otro alimento crudo, junto con un 20% de lo que más te apetezca. Puedes añadir una pequeña porción de frutos secos. Posteriormente, continúa con los snacks cada 30-40 minutos.
Acompaña la alimentación con una rutina de ejercicios, y verás que te sentirás mejor. Otra opción que puede adaptarse a ti es una caminata diaria, pues te ayudará a ejercitarte y a mantener tu mente despejada y enfocada.
Noche
Cuando llega la noche, los alimentos deben reducirse. Cena con vegetales crudos o hervidos antes de que se acabe la luz del día, acompañado de más agua. Luego de la cena, evita consumir más alimentos y dedícate a relajarte, de esta forma dejarás a un lado la ansiedad y el apetito que suele aparecer en las noches.
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