El Día Internacional de la Educación es una efeméride de reciente creación. Se fijó en el calendario en diciembre de 2018, hace poco más de un año, por la Asamblea General de Naciones Unidas para destacar la importancia de esta herramienta en la creación de un futuro mejor.
ODS4
No es casualidad que dentro de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible la educación ocupe el objetivo número 4. Este objetivo se propone como meta que de aquí a 2030 todos los niños y niñas terminen la enseñanza primaria y secundaria, siendo esta gratuita, equitativa y de calidad.Además incluye otros objetivos asociados como la educación preescolar, la igualdad de oportunidad de acceso a ciclos superiores y estudios profesionales, o el acceso igualitario a todos los niveles de formación, independientemente del género, la discapacidad o el origen del estudiante.
También se marca como objetivo ofrecer espacios adecuados para la enseñanza, y el impulso a la formación de docentes cualificados, especialmente en poblaciones en desarrollo.
Los beneficios de la educación universal
Todos estos objetivos parecen muy exigentes, pero deberíamos hacer de ellos una prioridad, ya que, de la educación de las personas, depende también su salud y la de sus hijos, reduce las desigualdades, también la brecha de género, y nos ayuda a luchar contra la desnutrición, la pobreza, o el trabajo y el matrimonio infantil.Las personas que conocen pueden defender sus derechos y ayudar a su comunidad a crecer. La formación mejora la productividad, ayuda a desarrollar las competencias necesarias para el trabajo decente y las aptitudes profesionales para el desarrollo sostenible.
¿Cuál es la perspectiva? La realidad es que los últimos datos publicados por la UNESCO revelan que durante el año pasado 258 millones de menores no fueron escolarizados, y las cifras de los últimos años no muestran una evolución positiva, por lo que, si las cosas no cambian mucho, será difícil garantizar una educación universal, gratuita y de calidad para todos los niños y niñas para 2030. La ONU advierte que, de continuar así la situación, uno de cada seis niños perderá su formación primaria.
Cuestión de género y geografía
Por supuesto, los problemas de acceso a la educación no nos afectan a todos por igual. Nacer en un país con bajos ingresos recorta drásticamente las oportunidades de los niños. Así, en la etapa primaria, la tasa de desescolarización en los países de bajos ingresos es del 19%, mientras que este problema sólo afecta al 2% de los niños nacidos en países ricos.De la misma manera ser niña también supone un obstáculo notable. Se calcula que 9 millones de niñas en edad escolar nunca asistirán a la escuela, de las cuales cuatro millones ha nacido en el África Subsahariana. Este problema afecta a 3 millones de niños, cifra nada desdeñable, pero que representa una tercera parte. Por eso, es importante que se haga un esfuerzo especial en facilitar la educación a niñas y mujeres para que puedan romper con la desigualdad de oportunidades.
En la cuenta atrás
En este Día Internacional de la Educación, es momento de hacer balance. ¿Podremos cumplir con el compromiso de garantizar el acceso a la educación para todos? Si nos fijamos en los datos de acceso a la educación en la última década, es difícil pensar que es revertible y que somos capaces de garantizar el acceso a la educación para todos en los próximos 11 años. No obstante, no hay retos imposibles. La clave está en que exista un compromiso real por parte de todos los países. Con la cooperación de cada gobierno, y la inversión adecuada, podríamos avanzar para que ninguna persona se quede sin la oportunidad de formarse, de aprender y de poder así contribuir al desarrollo de su comunidad.Imagen: Global Humanitaria